Minutos después de la final, la fiesta de San Lorenzo se mudó a San Juan y Boedo

Miles de hinchas de San Lorenzo se acercaron a la tradicional esquina de San Juan y Boedo, minutos después del triunfo ante Nacional de Paraguay, para celebrar la conquista de la Copa Libertadores de América por primera vez en la historia. El Nuevo Gasómetro quedó chico para la noche que soñó todo hincha de San Lorenzo, que desbordó el barrio que envuelve el estadio, pero también los sitios más emblemáticos de su querido Boedo.

La vigilia se hizo larga, la ilusión de conseguir una entrada a último momento fue soporte hasta último momento, aún frente al enrejado perimetral del predio en el Bajo Flores. La avenida Perito Moreno fue fiesta desde temprano, parecía carnaval, todo de azul y grana, y regado con la botella que cuadre. Los hinchas coparon las cuadras, y los hinchas mordieron el alambrado para ver si se podían meter en ese reducto que pese a tener más de 40 mil personas, resultó selecto para el que no tuvo la suerte, el dinero o el tiempo de hacerse del pasaporte.

Entonces unos optaron por hacer San Juan y Boedo, la histórica esquina que Homero Manzi le puso letra de tango, el Obelisco de encuentro de sanlorencistas. Mientras otros vibraron desde el boliche que tuvo vida con el Viejo Gasómetro y al que desde la esquina de avenida La Plata y Avelino Díaz veló durante más de tres décadas de ausencia.

DyN y canchallena.com