Vélez y Patronato cerraron el año a puro gol: empate 3-3 en Paraná

Hubo que esperar hasta el último día de actividad en el torneo local para ver el gol más rápido en lo que va de la Superliga 2018-2019. Apenas 36 segundos fue lo que precisó Gabriel Carabajal para poner en ventaja a Patronato sobre Vélez. Al cabo, resultó la curiosidad que dejó un vertiginoso empate 3-3. La emotividad fue la dueña de la tardecita paranaense.

Uno llegaba envalentonado por el trabajo de Gabriel Heinze en la dirección técnica y por el nivel de varios de sus juveniles en los últimos encuentros. El otro con sus penas a la rastra, hundido en los últimos lugares del torneo doméstico y espiando de reojo el flaco puntaje en los promedios.

De entrada, el ordenado Vélez falló en los relevos y en los cierres, Gabriel Carabajal encontró un hueco a las espaldas de los marcadores centrales y definió de zurda al palo derecho de Lucas Hoyos.

Los primeros minutos fueron a puro vértigo. Vélez sintió el golpe y tras una mala salida de Hoyos el Patrón tuvo el segundo, pero el remate de Pablo Ledesma dio en el travesaño.

Se recuperó el Fortín a los 14 minutos, tras una corrida de Agustín Bouzat por derecha en un contragolpe que terminó por definir Nicolás Domínguez.

Le cuesta enfocarse a este Patronato, un elenco que lleva 14 partidos consecutivos recibiendo goles y no levanta la alicaída imagen de los últimos tiempos. Pero no resigna el empuje, las ganas de quedarse en la máxima categoría. Y a los 27 la línea de volantes presionó al arquero Hoyos, que quiso salir jugando desde el fondo y le dejó la pelota servida a Mauricio Sperduti, que definió por arriba.

Empezaron a dominar los roces y las peleas fueron un condimento. En desventaja, los nervios le jugaron una mala pasada a Vélez. No pudo encontrar la dosis de calma exacta y a los 39 minutos Luis Abram se fue expulsado por un codazo a Facundo Barceló.

En el segundo tiempo Vélez trató de bajar un cambio y reordenarse, ya con Fabián Cubero en la defensa. Y con el correr de los minutos demostró que no se amedrenta ante los golpes. Tuvo paciencia, la línea de volantes se paró unos metros más adelante y exhibió una imagen ambiciosa.

El partido, entretenido, siempre fue de ida y vuelta. Los entrerrianos, cuando mas criteriosos se mostraban para marcar, tuvieron la oportunidad de ampliar el marcador a los 21 minutos, pero Hoyos se lució ante un cabezazo de Barceló. Y en la jugada siguiente Vélez logró la igualdad luego de una brillante maniobra de Matías Vargas, que a esas alturas abría grietas con su velocidad y habilidad.

Otra vez Monito Vargas, en una gran acción individual, puso a Vélez 3-2 a los 24. Por momentos, con empeño y despliegue, el equipo de Heinze acorraló a su adversario, a pesar de jugar con diez futbolistas.

Las ansiedades se advirtieron en los muchachos del conjunto de Paraná. Sin embargo, lo que parecía una derrota se transformó en alivio. A falta de ocho minutos, Agustín Sandona empató el encuentro con un cabezazo. Lo de Patronato fue un acto de resurrección que pudo tener la máxima alegría a los 42 minutos, pero Sperduti desperdició dos claras oportunidades en la misma jugada.

Fue el cierre de un encuentro al que no le faltó nada, con numerosos cambios en el marcador. Una catarata de emociones para un partido decididamente abierto y entretenido.

LOS GOLES