

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Semejanzas... El bullicio del pasado se funde con el hormigueo del presente, con ese nerviosismo crónico de nuestros días. Gloria lejana y, a la vez, a sólo unos pasos. La camiseta celeste y blanca se ubica en el centro de la escena y sobrevuela las páginas más laureadas. Hoy, cuando Racing recorre los metros finales de un laberinto de más de tres décadas sin títulos en el ámbito local, se cumple el 50° aniversario del tricampeonato de la Academia, el primero de un equipo en el profesionalismo.
// // //
Aquellos fueron tiempos de bonanza para Racing. En 1949, bajo la conducción técnica de Guillermo Stábile, el equipo de Avellaneda celebró su primer título en el profesionalismo. El holgado campeón aventajó a River y a Platense por seis puntos y cimentó la gloria en las conquistas del goleador Llamil Simes, con 26 tantos. Ese torneo utilizó el estadio de Boca, ya que el cilindro de Avellaneda cobraba forma ladrillo tras ladrillo.
La gesta se repitió en 1950. La Academia, de afianzada estructura, conmocionó con la incorporación de Mario Boyé, proveniente de Italia. La primera parte del certamen disputó los encuentros como local en Independiente. Hasta que el 3 de septiembre de 1950 se inauguró el estadio Presidente Perón, con un triunfo sobre Vélez por 1 a 0. Racing aventajó por ocho puntos a Boca y a Independiente. Simes, con 15 goles, fue otra vez el artillero. Delirio puro.
El campeonato de 1951 sufrió dos interrupciones. A principios de mayo, la Argentina realizó un gira por Europa. Esa en la que el arquero Miguel Rugilo se ganó el mote de “El León de Wembley”, tras una notable tarea en la caída con Inglaterra por 2 a 1. En noviembre, con el voto femenino por primera vez, se efectuaron las elecciones presidenciales, en las que triunfó la fórmula Juan Domingo Perón–Jazmín Hortensio Quijano.
El certamen mostró una particularidad: Banfield y Lanús, dos chicos, se inmiscuyeron en la lucha grande. Racing, bajo la batuta de Stábile, mantuvo la base del bicampeonato, con Simes, Higinio García, Ezra Sued, Alberto Rastelli y García Pérez, entre otros.
El epílogo encontró a Banfield y a Racing con la vanguardia compartida en 44 puntos. El primero tenía una mejor diferencia de gol, pero la AFA dispuso que se se jugaran dos partidos de desempate en el viejo Gasómetro. Para Racing parece una mueca del destino, obstinado en cruzárseles a Banfield y a San Lorenzo en las fechas cruciales. Justo ahora, cuando la Academia podría cortar el derrotero de 35 años sin éxitos locales el domingo próximo, ante el mismo adversario y, probablemnte, otra vez como huésped del Ciclón.
El primer cotejo terminó sin goles, el 1° de diciembre. Cuatro días después, cubierto por la expectación –la recaudación alcanzó los 187.877 pesos, récord para la época–, Racing marcó un hito: ganó por 1 a 0 y logró tricampeonato (igualado después en tres oportunidades por River, entre 1955 y 57; 79 y 80, y 96 y 97). Boyé sentenció todo con un tiro alto y violento, al minuto del segundo tiempo. Cosas de otros tiempos: al término del encuentro, Florencio Sola, presidente de Banfield fue al vestuario a felicitar a los campeones.
Las suspicacias envolvieron el desenlace ante el respaldo de María Eva Duarte de Perón al conjunto más modesto; Ramón Cereijo, ministro de Hacienda y socio del club de Avellaneda, hizo públicas sus simpatías. Mucho se dijo y se dice... “Evita quería a Banfield, pero desconocía los arreglos”, señaló Héctor D’Angelo, uno de los jugadores del Taladro en aquella ocasión. “No hubo influencia política”, retrucó Alberto Rastelli, del lado racinguista.
Similitudes, historias, paradojas... Todo alrededor de Racing. Con la misma efervescencia de ayer; con la renovada ebullición de hoy.


