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Quilmes se lo dio vuelta a Rosario Central en el estadio Centenario por 3 a 1 y acumuló su cuarto triunfo consecutivo desde la asunción del entrenador Facundo Sava. Con goles en el complemento del defensor Emanuel Morales, Pablo Álvarez, en contra, y del delantero Claudio Bieler, Quilmes consiguió una justa victoria por la actitud e intención que tuvo en los noventa minutos. El Central de Coudet no pudo mantener la diferencia que había sacado por intermedio de Marco Ruben y con esta caída pierde terreno en su lucha por el campeonato, ya que quedó a siete unidades de la cima.
En el comienzo, Quilmes se mostró agresivo, con la subida de laterales y permanentes remates desde fuera del área. Pero, en el fondo, el local evidenció falencias y Central las aprovechó a los 5 minutos para anotar, con una perfecta definición de Ruben ante el arquero Walter Benítez, luego de un pase en profundidad del uruguayo Marcelo Larrondo, quien debutó con la camiseta del Canalla. Después, Quilmes siguió dominando y contó con chances claras como para irse al descanso con un empate, aunque falló en la puntada final.
A los 7, lo tuvo Sebastián Romero con un violento disparo que salió cerca, a los 33 lo perdió debajo del arco Alexis Canelo, tras una buena escapada de Claudio Bieler por izquierda, y sobre los 42, Rodrigo Gómez estrelló un remate en el palo derecho de Mauricio Caranta. En el complemento, Quilmes aprovechó una ráfaga y Central sintió la baja por lesión de Ruben. A los 22, Gómez, la figura del local, exigió a Caranta con un tiro libre, y seis más tarde, Morales sorprendió por izquierda y sacó un tiro cruzado para meter el empate 1-1.
El local siguió buscando y a los 32, Gómez, un especialista en la pelota parada, sacó un tremendo tiro libre en el borde del área, por la izquierda, y después de un rebote en Álvarez, el esférico ingresó para que el "Cervecero" se ponga arriba 2-1. En los minutos finales, Quilmes tenía guardado algo más y fue un cabezazo de Bieler, para sellar el 3-1 y desatar la euforia de su gente por conseguir un triunfo cuando parecía que estaba todo perdido.