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Con una ovación despidió el hincha al equipo, todo un síntoma de que el partido resultó un gozo. De principio a fin, San Lorenzo fue dueño de lo que pasó en el Nuevo Gasómetro. Con fútbol, dominó a Arsenal; con goles, lo demolió. Fue abismal la diferencia, la misma que se refleja al mirar la tabla de posiciones. Con el triunfo 3-0, el Ciclón volvió a la cima y obligará a Boca a no trastabillar en la tarde del regreso de Tevez; con la caída, el conjunto de Sarandí se hunde y, en esta jornada, puede quedar último en el torneo de 30 equipos. Una actuación para renovar ilusiones y argumentar que se puede atrapar una nueva estrella.
No hubo puntos flojos en San Lorenzo. Fue sólido frente a un rival que siempre se observó desbordado, que resistió poco, y nunca lo puso en aprietos. Combinaron Blanco y Villalva, que lanzó el centro para Cauteruccio; el uruguayo, único referente de ataque, definió y la pelota rebotó en Sarulyte. Entonces, reapareció Blanco para anotar. Si con el primer ataque profundo San Lorenzo se puso en ventaja, con el segundo estiró la diferencia: Romagnoli frotó la lámpara y Cauteruccio definió con sutileza, ante la desesperación del arquero Andrada. En apenas 13 minutos, el Ciclón encarriló el resultado.
"Cuando ves a tu equipo como lo habías planificado, te llena de satisfacción. Fue un esfuerzo y un acierto que Blanco se haya quedado. Hay que pelear el torneo por obligación, por lo que es San Lorenzo", señaló el DT Bauza, que apuesta a que el enlace -por quien se hizo uso de la opción de compra- llegue a los 10 goles y esa cifra ayude a pelear por el título. Pero hubo más: Buffarini y sus proyecciones brasileñas hicieron un surco en el lateral derecho; el defensor, que alguna vez renegó de esa posición cuando Pizzi era el DT, fue incontrolable, inteligente para trepar y asociarse con Villalba y Romagnoli, reemplazado por precaución, tras un golpe en el tobillo izquierdo? No fue lo único que mostró el equipo: el equilibrio de Mercier, la conducción de Blanco, la solvencia de Torrico. Y también funcionó el recambio, con Ortigoza, Barrientos y Verón.
El gol en contra de Curbelo fue una muestra del desconcierto que dominó a Arsenal, debido a la enorme superioridad que ejerció San Lorenzo. Es que el Ciclón tuvo algo más que una simple noche iluminada.
tb