"Sueño con un equipo que gane todo, que sea glorioso"
Adrián Bastía se ilusiona con el futuro de la Academia, a pesar de que todavía no se sumó ningún refuerzo
Adrián Jesús Bastía es un caso opuesto al del futbolista mediático. Con serenidad y firmeza, el símbolo de Racing suele esquivar los grabadores, las cámaras, las preguntas periodísticas. Fuera del campo de juego, el Polaco se refugia en su reservada conducta provinciana (nació hace 23 años en Gobernador Crespo, Santa Fe), que por momentos lo hace parecer distante.
Pero la tranquilidad de la quinta Mis Marías, en Escobar, donde la Academia está realizando la pretemporada, lo encuentra distendido, con ganas de dialogar ante LA NACION. "La verdad es que estoy agotado por el trabajo, pero si se hace con ganas... Es el comienzo de un nuevo ciclo y si bien somos pocos jugadores entrenándonos, confío en que el equipo se va a armar bien con vistas a la Copa Panamericana y a la Libertadores (2003). Igualmente, este Racing rompió con todas las lógicas; fuimos campeones con un equipo que se había armado en muy poco tiempo", señala Bastía, que en su carrera lleva 6 goles convertidos en 117 encuentros.
-Se desarmó el plantel que consiguió el título anhelado durante 35 años, ¿qué te provoca?
-Se desarmó un equipo que hizo historia y ojalá que se pueda formar otro similar. Es uno de los peores momentos económicos en la historia de la Argentina y mucho no se puede discutir.
A pesar de que no le gusta hablar sobre el tema, Bastía sabe que diversos clubes de España están interesados en él, pero esta posibilidad no le "quita el sueño. La ilusión de todo jugador es jugar en Europa, pero tengo todo en Racing, estoy muy cómodo acá y mi futuro es Racing, con la camiseta que me dio la posibilidad de ser campeón", asegura, con satisfacción.
-¿Será una motivación extra jugar la Copa Libertadores?
-¡Sí! Lo más lindo que me puede pasar es ganar la Libertadores. Siempre lo soñé; es una copa prestigiosa. Dejaría todo por ganar la Libertadores con Racing. La verdad es que me ilusiono y sueño con que se arme un equipo de Racing que gane, que gane todos los torneos que se le crucen. Sueño con un Racing multicampeón. Me encantaría, porque llenaría de prestigio al club y al fútbol argentino.
-¿Cuánto cambió tu vida luego de conseguir el torneo Apertura 2001 con Racing?
-Mi vida sigue igual, con las mismas personas, las mismas costumbres. Sí cambié en lo futbolístico; la experiencia me hace jugar con mayor tranquilidad. En el comienzo de mi carrera era muy acelerado, entregaba pelotas mal y con el tiempo y la confianza de un técnico como Mostaza Merlo, que jugó mucho en mi puesto (de volante central), me hicieron cambiar. Aún tengo mucho por crecer. ¿Si soy el símbolo del equipo? No, no creo que lo sea. No hay estrellas en este grupo.
-¿Qué le recomendarías a un jugador que se sume a este Racing?
-(Se ríe con ganas) Muy expresivo no soy... Cada jugador nuevo sabe que viene a un club grande, a uno de los últimos campeones, que debemos pelear arriba, que tienen que exigirse al máximo y ganarse un lugar entre todos. La camiseta de Racing no es para todos los jugadores. Para mí, Racing fue lo mejor que me pasó en mi vida y sé que nunca podré devolverle todo lo que me dio.
La hinchada académica lo idolatra; él, con timidez, agradece "tanto afecto". Puede ser que me una un amor con la gente. Pasa que soy un jugador de las inferiores y eso lo valoran muchísimo más. El jugador que no tiene sueños, no tiene expectaciones ni metas. Y yo sueño con seguir ganando títulos y darle alegría a la gente de Racing", concluyó el Polaco Bastía.
La despedida de un amigo
La despedida de Javier Lux de Racing, tras quedar libre, entristeció a Bastía, su gran amigo: "Viví muchísimas cosas con Javier y me duele no jugar más con él. Siempre nos unió una amistad que fue creciendo día a día, más allá de que los dos jugáramos en el mismo puesto".