El último superclásico: la hora de la despedida para protagonistas de peso

Hay despedidas exuberantes y otras traumáticas. Algunas emotivas y muchas indiferentes. Si aconsejan jugar cada partido como si fuese el último, mucho más un superclásico que sólo aparece salpicado durante el año. Y aunque este Boca - River se repetirá con una celeridad inusual, apenas 49 días después del reparto sin goles en el Monumental, probablemente se tratará del último para varios futbolistas.

Guillermo Barros Schelotto está en modo transición y sólo espabila para concentrarse en la Copa Libertadores. El torneo local le sirve para analizar y tachar rumbo al próximo mercado de pases. ¿Podrán sostenerse en el club Agustín Orion y el Cata Díaz ? Quizá ya no jueguen contra River, ni este domingo, y lo mejor de sus carreras xeneizes se refleja en el espejo retrovisor. A Jonathan Silva y Fernando Tobio, si les tocasen algunos minutos, serían la salida del gran escenario porque sus préstamos no encontrarán el premio de la renovación. Culpa, vacío, sadismo, desconcierto. Vaya si las despedidas saben causar dolor. Pero todos están a tiempo de, al menos, regalarse una gran tarde en la Ribera.

Marcelo Barovero insiste con que se marchará en algunos meses y así interrumpirá para siempre el vínculo con el superclásico, del que jamás se olvidará por el manotazo a Emmanuel Gigliotti en el penal. Será la reaparición en el derbi de D´Alessandro … y tal vez también la partida porque a mediados de año concluirá el préstamo de Internacional. No estará el lesionado Leonel Vangioni , que entonces se despidió en el mustio empate del mes pasado. Jugará Jonathan Maidana o Mammana…, alguno de los dos con próximo destino en el exterior. Cuentan que en semanas alguien vendrá por Lucas Alario . Y probablemente el uruguayo Rodrigo Mora sienta que ya es tiempo de hacer la postergada diferencia económica en otra latitud. El superclásico, que encierra mil historias, siempre se reserva algún adiós para poner el punto final.