

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
José Oscar Flores es la experiencia. Sergio Agüero, la promesa. Los une una misma camiseta, la de Independiente, y un deseo inmediato en este Apertura que comienza: salir campeón.
Un punto de referencia. Independiente buscó una guía en la ofensiva y eligió al Turu Flores con argumentos concretos, solventados por un amplio currículum en el fútbol argentino y europeo. Tuvo un arranque demoledor en Vélez, allá por 1990, cuando aún con la melena al viento se llevaba los rivales a la rastra con potencia, desequilibrio y habilidad. Fueron tiempos venturosos, con sonrisas y vueltas olímpicas en cada rincón del mundo. Incluidos los éxitos en las copas Libertadores y Europeo-Sudamericana, en 1994.
Hoy, con 33 años y ocho temporadas en España, regresó a la Argentina y eligió a Independiente, que se ilusionó con su capacidad ofensiva. La experiencia le otorgó tranquilidad y sabiduría para manejar los tiempos.
Si bien Flores no tuvo demasiada continuidad durante los últimos tiempos, fue superándose día tras día durante la pretemporada y está cerca de su condición física ideal, un aspecto vital para desenvolverse. No lleva la camiseta roja en la piel, pero reúne todos los requisitos para ganarse rápidamente la consideración de una de las hinchadas más exigentes.
Por el despegue. Sergio Agüero representa la frescura y la desfachatez. Sobresalió por su técnica y habilidad apenas dio los primeros pasos en Independiente. Un dato resulta ineludible a estas alturas: debutó ante San Lorenzo el 5 de julio de 2003, con apenas 15 años, un mes y tres días, bajo la conducción técnica de Oscar Ruggeri, y fue el jugador más joven que pisó una cancha de primera. Quedó todo dicho. De 17 años, Agüero o Kum, tal el apodo que se ganó por cierto parecido con un dibujo animado japonés, tuvo más continuidad durante los últimos tramos del Clausura último. Ahora, si bien no tiene un lugar asegurado dentro de la formación titular base, se muestra como una de las primeras alternativas a la hora del recambio. Empezó como mediocampista ofensivo, aunque sus gambetas y decisión también lo ubicaron unos metros más adelante. Por eso ofrece una alternativa en el ataque.
Unidos por la impronta. Separados por la condición física, la repentización cerca del área aparece como un denominador común y desequilibrante para las aspiraciones de Independiente. Uno, el corpulento Flores, para desairar a los perseguidores más tenaces. Otro, Agüero, menudo y elástico, para abrirse camino en los espacios más reducidos. Juntos por el bien de Independiente.
