Un triunfo para volver a creer
Estudiantes mostró reacción después del 0-5 en Brasil y le ganó a Quilmes 1-0 sin Verón, Braña ni la Gata Fernández; está lejos en el juego, pero se fortaleció en la adversidad.
Por Martín Carrasco
Para LA NACION
Estudiantes luchó ayer por dos objetivos paralelos. El primero era conseguir su segunda victoria consecutiva en el torneo Clausura, ya que en la primera fecha había vencido con autoridad a Newell’s. Pero el segundo, el más inmediato, era cambiar lo antes posible la imagen dejada en Brasil, modificar el chip del 0-5 recibido frente a Cruzeiro. Está claro que con el triunfo ante Quilmes por 1 a 0 no despejó todas sus dudas, pero le significó un punto de apoyo para volver a creer en sí mismo. Esa clase de derrotas puede encadenar una serie de caídas, generar inseguridades y golpear hasta al más optimista. Pero se lavó la cara a tiempo.
Aun sin contar con Juan Sebastián Verón, Rodrigo Braña ni la Gata Fernández (estuvo en el banco de los suplentes y no ingresó), a quienes les dio descanso por la seguidilla de partidos que se le vienen, Estudiantes fue de menor a mayor y se puso de pie luego del golpe sufrido por la Copa Libertadores, certamen en el que nunca había sufrido una derrota de semejante magnitud.
Enfrente tuvo a un Quilmes muy tibio, que resignó toda clase de ataque y posibles preocupaciones cuando a los 32 minutos del primer tiempo se fue expulsado Kalinski por doble amonestación y por dos infracciones sobre Enzo Pérez, la figura del partido.
El primer tiempo fue muy mal jugado por los dos. Quilmes no respondió a la idea de Madelón, que es generar un esquema y un juego que arriesgue, que busque "la victoria o la derrota", según palabras de su propio entrenador, ya que sumar de a uno no le sirve en la lucha por evitar el descenso.
Estudiantes, como siempre, asumió la responsabilidad del ataque, aunque más allá del reciente cambio de director técnico (el ingreso de Eduardo Berizzo ante la salida de Alejandro Sabella), se mostró como un equipo desconocido, impreciso en las entregas y desconectado en las intenciones. Sus jugadores no se encontraban, picaban a destiempo y los pases quedaban cortos o largos.
Por eso sorprendió que el Pincha se haya puesto en ventaja en su primera llegada a fondo y recién sobre el final del primer tiempo: Ré mandó un centro desde la izquierda, López aguantó con el cuerpo a su marcador y la pelota le llegó a Mercado, que giró sobre su rival y sacó un derechazo cruzado que se metió junto al palo derecho de Galíndez. Efectividad pura y tranquilidad para los ánimos. El 1-0, el futbolista de más y el poco peso ofensivo de su rival le dejaban un escenario inmejorable para la segunda etapa.
En ese contexto, el desarrollo fue totalmente diferente a partir de ese momento. Por más que el resultado no volvió a modificarse, gracias a su jerarquía, siempre estuvo más cerca Estudiantes de anotar el segundo que Quilmes del empate.
Estudiantes dio la impresión de tener –todavía– un equipo sólido. Está convencido de que lo de Brasil fue una circunstancia. Más allá de que jugó sin Verón, sin Braña, sin la Gata, las tres principales figuras del Apertura, mostró atrevimiento de contraataque con los piques y desbordes del siempre destacado Enzo Pérez y algunas apariciones de Leandro González, protagonista de dos situaciones clarísimas para convertir y definir el partido.
Ambas pegaron en el palo izquierdo de Galíndez. La primera, en un cabezazo, tras un centro de Pérez desde la izquierda al segundo palo; la segunda, con un zurdazo a la carrera. Los dirigidos por Berizzo tuvieron otra chance favorable con otro cabezazo en el palo, el de Desábato luego de un córner del Chino Benítez.
A Quilmes sólo lo mantuvo expectante la ilusión de que apenas perdía por un gol, pero este equipo de Madelón está lejísimo del arco rival. Estudiantes tampoco se volvió loco; incluso por momentos le dio más valor a mantener el cero de Orion que a atacar desesperadamente. Pero necesitaba respirar y sentirse vivo de vuelta. Y lo consiguió.
La gente pidió a Caneo y Madelón le dio el gusto
Fue curioso lo que sucedió en el segundo tiempo. Los hinchas de Quilmes, disconformes con la actuación de Raymonda, silbaron al volante y cantaron por el ingreso de Caneo. Dos minutos después (a los 6 del segundo tiempo), el DT Madelón dispuso el ingreso del ex Boca por Raymonda.
Insultos entre las hinchadas
A los 38 minutos del segundo tiempo, la policía debió intervenir ya que en la platea visitante, que da a la autopista, se acercó un grupo de simpatizantes de Quilmes para insultar y agredir a los hinchas de Estudiantes. Pero la policía intervino rápido y el problema no pasó a mayores.
Cómo sigue la agenda del Pincha
A Estudiantes se le vienen tres partidos importantes: el miércoles próximo se enfrentará con Deportes Tolima como local, por la Copa Libertadores; el domingo se medirá con Banfield, en Quilmes, y el sábado próximo jugará con Gimnasia, en el clásico platense. Estos dos últimos, por el torneo Clausura.
SUFRE POR EL GOL
Quilmes sigue sin poder convertir
Quilmes quiere evitar el descenso, pero le cuesta mucho anotar goles. No sólo le pasó en las dos primeras fechas del Clausura (ante Estudiantes y Colón, 0-2) sino que ya lo arrastraba desde el Apertura 2010. En diez de los últimos 21 partidos no pudo convertir. Además de los mencionados, no pudo gritar ante Boca (0-1), Gimnasia (0-1), Banfield (0-2), Vélez (0-2), Arsenal (0-1), Independiente (0-0), Tigre (0-3) y Estudiantes (0-2).
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