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LA PLATA.- Estudiantes apabulló por contundencia, eficiencia y por mejor desempeño individual y colectivo. Así fue como quebró, por segunda vez en el actual torneo rachas adversas de cuatro derrotas consecutivas. La anterior fue con el triunfo ante Huracán, en la séptima fecha.
Nada quedó de aquel equipo ordenado y laborioso de Olimpo, que, una semana atrás, empató 1 a 1 con Gimnasia, en el Bosque. Estudiantes lo noqueó antes del primer cuarto de hora.
El cotejo arrancó con intensidad y con un par de zozobras en cada una de las áreas, pero Estudiantes fue el que sacó provecho de esos errores con los goles de Farías y Pompei, que, en un tiro libre, ejecutó un centro a media altura que nadie despejó y que, mansamente, ingresó en el arco ante el estupor de Vivaldo.
Olimpo no salió del asombro, perdió consistencia y no se repuso. Estudiantes, sin jugar un fútbol vistoso, pero sí efectivo, fue sin desesperarse en búsqueda de la goleada.
Seguro atrás -Docabo fue poco exigido- el equipo platense manejó la pelota en la zona central y generó llegadas profundas hilvanadas por Pompei, bien secundado por Donnet y Aquino, más la movilidad ofensiva de Farías.
Frente a ese panorama, no extrañó la conversión de más goles. El rival ya estaba entregado. Estático y sin convicción, ni siquiera le afloró un poco de amor propio; así sufrió tres goles más y la expulsión de Mauro Laspada, por doble amonestación, en una decisión exagerada del árbitro Claudio Martín.
Donnet convirtió el tercero, en buena maniobra individual; Pompei amplió con un impecable tiro libre a un ángulo, y Quatrocchi marcó su gol número 20 con uno de sus clásicos cabezazos.
El segundo tiempo estuvo de más. Estudiantes dejó de presionar y, prácticamente, de atacar. No perdió la concentración y se aseguró que el contrincante no lo complique. Muy de vez en cuando salió de contraataque y en uno de ellos Pavone marcó el sexto tanto.
Olimpo, ya sin ideas, controló un poco más la pelota, pero dudó entre salir a descontar o cuidar su arco. Lo del equipo de Bahía Blanca fue inexpresivo y falto de resolución.
Estudiantes interrumpió una adversa racha, encontró respiro por una semana, pero deberá reafirmar lo bueno que hizo ayer. Claro, tendrá una pulseada difícil contra Independiente, el líder del Apertura. Y lo hará, por lo menos, con un buen envión anímico.
"Esta victoria es valiosa, porque motivará al plantel para enfrentarse en la próxima fecha con Independiente. Ese partido será una oportunidad propicia para empezar a transitar un camino que nos lleve a un futuro mejor", dijo el entrenador de Estudiantes, Oscar Malbernat.
