Gastón Mazzacane, el más veloz en la primera jornada de clasificación en Neuquén

CENTENARIO.- Después de una carrera lineal, aunque no cómoda para el ganador por lo cambiante del estado de la pista, como resultó la que abrió el calendario en Viedma y en la que se impuso con autoridad Cristian Ledesma, el Turismo Carretera llegó a la nueva cita para presentar a la primera de las cuatro fechas especiales que tendrá la temporada. En el autódromo neuquino, el reemplazo obligatorio de los neumáticos delantero y trasero derecho, entre el giro 9 y 20 inclusive de la competencia final de mañana, es la variante que ofrecerá en esta oportunidad la categoría. Además, será el comienzo de un mini torneo dentro del propio campeonato regular: el piloto que sume más puntos en el póquer de competencias singulares, las restantes se desarrollarán en Termas de Río Hondo, Rafaela y Buenos Aires, tendrá acceso a la Copa de Oro, si es que no forma parte del selecto grupo de 12 nombres que batallarán, junto a los denominados tres de último momento, por la corona en las últimas cinco fechas del año. Así las cosas, el Gran Premio Coronación podría tener a 16 candidatos al título.

La primera tanda de clasificación la dominó Gastón Mazzacane (Chevrolet), con un tiempo de 1m29seg217/1000. El platense logró cuatro de los últimos cinco mejores registros clasificatorios en el TC, enseñándose como el referente de la marca y de la categoría al momento de ensayar un giro sobresaliente. Sin embargo, la cuenta pendiente del Rayo sigue siendo la victoria. Y las carreras especiales le han quitado en dos oportunidades la posibilidad de celebrar ese triunfo: el año pasado, en Olavarría, después de equivocarse en una frenada, le allanó el éxito a Matías Rossi, en una competencia que tuvo la obligatoriedad de cambiar un neumático; en 2015, también en el autódromo Hermanos Emiliozzi, falló la recarga de combustible y el expiloto de F.1 masticó bronca en una carrera que también tuvo a Rossi como ganador, tras la exclusión de Juan Martín Trucco. "Me gustan estas carreras, aunque me hayan quitado más de lo que me dieron", admitió el poleman, que tiene como competencia estrella los 1000 Kilómetros de Buenos Aires.

El Dole Racing, la estructura de los hermanos Marcos y Mario Jakos, con sede en Ramos Mejía, y que tiene bajo su techo a Mazzacane, como también al mendocino Julián Santero (Dodge) y a Juan Martín Bruno (Dodge), es uno de los equipos con mejores rendimientos al momento de ejecutar las detenciones en los boxes. "Vimos como se fue achicando la brecha, cuando se hicieron las primeras carreras de este tipo había una diferencia de 20 segundos entre algunos equipos y otros, ahora ya estamos todos en diferencias mínimas. Nosotros en el taller hicimos una selección, prácticas cronometradas y así se eligieron a los mecánicos que trabajarán. La expectativa de muy grande, porque es una carrera en la que ellos se sienten protagonistas al igual que el piloto", comentó Marcos.

Segundo en el clasificador provisorio, hoy, desde las 15.05 será la qualy definitiva, asomó Guillermo Ortelli (Chevrolet), que recuperó protagonismo. "Las prefiero antes que las del sorteo de grilla (Termas de Río Hondo)", admitió el séptuple campeón, que hasta la tanda final mantenía el mejor tiempo. "No volvió Ortelli, capitalizamos la reestructuración que hizo el JP Carrera el año pasado". Juan Martín Trucco, el mejor usuario de Dodge, al clasificar en el 3er lugar, fue tajante: "No me gustan, porque a las carreras las quiero definir yo", sostuvo quien, al igual que Mazzacane, no tiene los mejores recuerdos de las competencias especiales. "No es por aquella desclasificación, es porque me gusta manejar y no depender de terceros", agregó.

Las particularidades van un poco más allá de la simple detención para cambiar los neumáticos: los autos ubicados en los boxes impares –fue por sorteo- deberán hacer la parada en las vueltas impares, y al revés los pares. Solo seis mecánicos, con la indumentaria establecida por el reglamento (botas o calzado de seguridad y casco protector, estarán autorizados a trabajar sobre el vehículo: uno será el encargado de la orden de detención y de reinicio de la marcha; un segundo será responsable del manejo del criquet hidráulico y el resto practicará el recambio de las gomas, con la ayuda de hasta dos pistolas eléctricas para extraer y ajustar los bulones; durante la detención se podrá ejecutar también la limpieza del parabrisas y de la entrada de aire al canalizador del radiador. "En una carrera normal, si no clasificás entre los seis de adelante no tenes prácticamente chances de ganar; acá, podés estar entre los 15 y las posibilidades las tenés", señaló al campeón Agustín Canapino, que no rechaza la innovación, aunque se considera un "purista" del automovilismo: "El show termina cuando nos subimos al auto y empieza cuando nos bajamos", expresó, con ironía el arrecifeño, autor de una remontada de película en el Gran Premio Coronación 2017, en La Plata, que le posibilitó ganar su segundo título de Turismo Carretera.

Problemas para Matías Rossi

Un comienzo de año complejo tiene Matías Rossi. El piloto de Ford, que desde esta fecha utiliza motores del preparador Rody Agut, rompió el impulsor en los entrenamientos. El cambio provocará una penalización de seis décimas; en Viedma, en la carrera pasada, el campeón de 2014, contó con el trabajo de Damián Sanz, a quien el Donto Racing cesó en sus tareas, debido a la merma en la potencia del motor que evidenció el piloto de Del Viso.

"Un cambio puede venir bien", manifestó José Manuel Urcera, que después de la carrera en Neuquén dejará el equipo Las Toscas y se refugiará en el Laboritto Jrs, que alista el Torino de Leonel Pernía. El 10mo puesto en la primera clasificación no conformó al piloto de San Antonio Oeste, que desde hace un par de temporadas tiene la atención mecánica del equipo con sede en Canning y que luego de la presentación en Viedma dejó de contar con los motores de Rody Agut.