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Demasiada expectativa antes del encuentro. Una ligera sensación de frustración, después de los 80 minutos. Es que Hindú y La Plata prometieron mucho más de lo que después entregaron en el campo de juego. La victoria, en definitiva, quedó para los de Don Torcuato por 28-13, justificada apenas por una ráfaga de un cuarto de hora en el segundo período.
Lo que deparó el primer tiempo fue bastante pobre, por cierto. Una etapa que estuvo marcada por la puntería (o la falta de ella) de los hombres encargados de probar a los palos. Esas fueron, casi exclusivamente, las armas de ambos para mover el marcador. Porque en pocos momentos abrieron la cancha, y porque los backs de ambos equipos se mostraron muy contenidos.En este contexto, fue Hindú el que tuvo el dominio territorial.
Pero sólo la justeza en el pie de Juan de la Cruz Fernández Miranda hacía la diferencia. En el conjunto platense, en cambio, Matías Zuccheri tuvo una errática tarde, que le impidió concretar alguno de los cuatro intentos a los palos que tuvo durante el encuentro. Sólo Julio Brolese, tras un penal jugado dentro de las 25 yardas, alcanzó a descontar el marcador. Un frío parcial de 9-5 despedía la etapa.
Tras el descanso, parecía que La Plata se despertaba de su letargo. Manejaba la pelota, jugaba en terreno rival y un drop de Tomaghelli achicaba la distancia en el score.
Sin embargo, allí surgió el mejor momento del encuentro. Hindú no se dejó llevar por delante y manejó el encuentro. Y fue en esos minutos (del 7 al 20), cuando llegaron los tres tries que liquidaron el pleito: Maximiliano Martínez, Juan Fernández Miranda y Matías Larré alcanzaron las conquistas, siempre con la buena conducción del Nº 10.
Se terminó el partido. Ni siquiera un extraordinario zigzag de Carlos Rojas por la derecha que terminó en el ingoal local alteró el curso de los acontecimientos. Hindú lo justificó por aquella ráfaga de tries.
Diez meses pasó fuera de las canchas. Lucas Ostiglia volvió a jugar después de la rotura de los ligamentos de la rodilla derecha que sufrió en junio de 2000, durante la gira de los Pumas por Australia. "Terminé muy cansado, pero bien. La verdad es que no veía la hora de volver. En el juego, dentro de todo, estuve bien. Sólo me falta continuidad", comentó el Ruso.
