La lucha mantuvo su estatus olímpico y estará en 2020

La lucha mantendrá su estatus olímpico y formará parte del programa de los Juegos de Tokio 2020 y de la cita de 2024, según decidió la asamblea del COI en el Hilton Hotel de Buenos Aires. Este deporte, siempre presente en la competencia de los anillos desde 1896, se impuso en la votación final al béisbol/softbol y al squash con 49 sobre 95 votos posibles.

Así, el Comité Olímpico Internacional (COI) no dio lugar a la decisión propuesta en febrero por su propio comité ejecutivo, que había impulsado la exclusión de uno de los deportes más tradicionales del olimpismo.

El béisbol y el softbol, unidos desde el año pasado en una misma federación, aspiraban a regresar al programa olímpico tras la exclusión decidida en 2005 e instrumentada a partir de los Juegos de Pekín 2008, mientras que el squash buscaba convertirse por primera vez en su historia en un deporte olímpico.

La lucha partía como favorita luego de superar la etapa de preselección durante la convención de "SportAccord" realizada en mayo en San Petersburgo. Tras verse ante el peligro de ser excluido de los Juegos, este deporte emprendió este año varios cambios internos y una fuerte campaña internacional, que incluyó una inesperada alianza deportivo-política entre Estados Unidos e Irán, dos países con una rica tradición en la lucha.

"Somos un deporte fundador de los Juegos Olímpicos", recordó el presidente interino de la Federación Internacional de Lucha (FILA), el serbio Nenad Lalovic, minutos antes de la decisión final del COI. "Hemos transformado a la FILA en un moderno y efectivo miembro del COI. Cada vez más niños practican y se interesan en la lucha", sostuvo Lalovic, quien aseguró que su deporte está ante "el día más importante en 3000 años de historia".

El dirigente mencionó además la necesidad de hacer de la lucha algo más espectacular y observable, con reglas más simples. Destacó los cambios para que las competencias sean más ágiles y atractivas, lo que implica modificaciones en el decorado, la posición de los jueces y la forma en que ingresan los atletas a la arena. Por otro lado, los nuevos sistemas de puntuación premiarán a los atletas más agresivos y permitirán ver más acción en las peleas.

La rápida reacción de la lucha convenció a Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico, tras su llamado de atención: "La lucha demostró gran pasión y resistencia en estos meses. Dio una gran cantidad de pasos para modernizar y mejorar el deporte, incluyendo una mayor cantidad de mujeres y atletas en la toma de decisiones y cambios en las reglas para hacer el deporte más fácil de comprender. Estamos felices con la reacción", elogió el belga.

Mientras que la lucha apeló a la historia para ganar la votación, el squash recurrió a la modernidad y el béisbol/softbol, a la globalidad. Sin embargo, a estas disciplinas no les alcanzó para incorporarse al programa olímpico.

"El squash nunca estuvo en unos Juegos. Es un deporte que representa el futuro, no el pasado", había argumentado el presidente de la Federación Mundial de Squash (WSF), el indio Narayana Ramachandran, que agregó: "Somos un gran deporte jugado por millones de personas y que aportará más chances de medallas para muchos países".

En tanto, Don Porter, copresidente de la Confederación Mundial de Beisbol y Softbol, se había referido a los beneficios de la alianza entre ambos deportes: "Queremos una asociación que funcione en conjunto y use los atributos de ambas disciplinas".

Hacia la elección del próximo presidente

Decidida la sede de los Juegos 2020 (Tokio) y la vigencia de la lucha en el programa olímpico, la 125a Asamblea del COI encara su último tramo en Buenos Aires. Hoy, la organización recibirá reportes de la administración del COI, del Tribunal de Arbitraje (CAS) y de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA). Y mañana se elegirá al sucesor de Rogge al frente del COI entre seis candidatos: Thomas Bach, Sergey Bubka, Richard Carrión, Ser Miang Ng, Denis Oswald y Ching-Kuo Wu.