México 86: cómo se hizo 'La historia detrás de la Copa' y el relato de Passarella que quedó "incompleto"

La cámara de grabación en VHS era toda una novedad tecnológica por entonces. Le pertenecía a Néstor Clausen, que la compró en un shopping en México. Pero el que más entusiasmado estaba con el uso era Jorge Olarticoechea. El Vasco recorrió la concentración todos los días, micrófono en mano, simulando ser un periodista. El video, destinado al entretenimiento de los jugadores y a matar el tiempo en casi dos meses de concentración, terminó convirtiéndose en la más fantástica película de la intimidad del último campeón argentino en la Copa del Mundo.

Después de la transmisión de los primeros capítulos me contactó una persona diciéndome: 'Mi marido jugó ese Mundial y no tenemos esos videos'. Era la mujer de Clausen para pedirme que las imágenes

Esa es uno de las columnas, tal vez la más importantes, en las que se apoya el documental "1986. La historia detrás de la Copa". Y es un material tan extraño y olvidado que no lo tienen ni los propios protagonistas. "Después de la transmisión de los primeros capítulos me contactó una persona diciéndome: 'Mi marido jugó ese Mundial y no tenemos esos videos'. Era la mujer de Clausen para pedirme que las imágenes, porque ellos, los dueños de la cámara, las peridieron, no tienen copias del material en crudo", cuenta Christian Rémoli, el director del proyecto.

Pero esa es sólo una parte del documental. Hay entrevistas con sorprendentes revelaciones. Con Olarticoechea, Brown, Burruchaga, Valdano, Passarella... "Para mí el testimonio de José Luis Barrios, de El Gráfico, termina siendo el más importante -dice Rémoli-. Es sorprendente el nivel de confianza que los jugadores tenían con los periodistas".

¿Qué contó Barrios? Dio detalles de una durísima reunión entre los jugadores en la concentración del club América, en la que se dijeron cosas terribles sobre el entrenador Carlos Bilardo. Según Barrios, todos los jugadores, con excepeción de José Luis Brown, estaban en desacuerdo con la idea futbolística del entrenador".

Los ocho capítulos que recorren desde la asunción de Bilardo hasta la conquista del título y la posterior fiesta popular desde Ezeiza hasta la Casa Rosada. Otras historias sorprendentes:

• La reunión de Bilardo y Menotti. Los dos únicos técnicos argentinos campeones del mundo tuvieron una reunión para hablar de la selección poco después de la asunción de Bilardo. Allí hablaron de la selección, de jugadores y de sus visiones futbolísticas. Los detalles los cuenta José Luis Barrios, que presenció ese momento. Más tarde llegaría la pelea que dividiría las aguas del fútbol argentino.
• La presión de Alfonsín. Es, tal vez, la mayor revelación del documental. Aunque siempre existieron los rumores del pedido del presidente de la Nación para despedir a Carlos Bilardo, nunca se había escuchado una voz oficial al respecto. Eso es lo que reconoció Rodolfo O’Reilly en este documental: "Cuándo lo vas a echar a Bilardo, Michingo", le dijo Alfonsín al ex secretario de Deportes, según el mismo O'Reilly describió. "Lo más llamativo -dice Rémoli- es la formalidad en la que se terminó pidiendo eso. Uno piensa que si un presidente quiere sacar de su puesto a un entrenador de la selección activa los servicios de inteligencia, o manda a alguien a tratar de hacer algo. Nada que ver. Fue un pedido concreto en una charla en un asado. Es increíble".
• Las camisetas cosidas a mano. El 21 de junio de 1986, un día antes del partido entre la Argentina e Inglaterra, se puede ver a cuatro empleadas del club América cosiendo a mano las camisetas con las que la selección iba a jugar unas horas después ante Inglaterra. La historia era conocida, pero ver por primera vez las imágenes es revelador y realza la insólita situación para un seleccionado que iba a ser campeón del Mundo.

Entre las cosas que Rémoli quiere destacar se encuentra la idea de mostrar a personas comunes, más allá de los campeones del mundo: "La primera vez que escuché esa idea fue cuando la contó Cachito Vigil hablando de las Leonas. Héroes era hasta ahora la única película de aquel Mundial, y jugando con esa palabra, me gustó ver que se trataba en realidad de personas comunes que terminaron haciendo algo extraordinario. Por eso están las imágenes de los jugadores diciendo que les hubiera gustado ser chapista, o que si no jugaba al fútbol hubiera sido chorro o borracho de barrio. Eran tipos comunes".

Aunque el documental es exquisito y revelador en varios aspectos, Rémoli dice que le hubiera gustado indagar en un tema en particular, pero con el que no consiguió avanzar lo suficiente. Es la de la extraña lesión de Daniel Passarella, que por una infección se terminó perdiendo el Mundial. "Allí hay una historia en la que todavía hay muchas cosas guardadas y en la que no se está contando toda la verdad. Me hubiera gustado conseguir algún documento más, algo que termine de dejar en claro lo que pasó".

Aquella fue una de las mayores emociones deportivas de la historia de nuestro país. Parece que se ha dicho todo. Pero todavía quedan muchas cosas que no sabemos.

jt/jp