Campeonato Argentino de natación. El torneo que busca potenciar nadadores con Delfina Pignatiello como favorita

Todos los años y una o dos veces por año, dependiendo del calendario, la natación argentina se reúne a competir. Llegan desde todas partes del país para representar a sus provincias y clubes. Son nadadores de distintas edades que sueñan con crecer en este deporte. Llegar a lo más alto. El Campeonato Argentino Open se organizó para eso, para potenciar y motivar a un deporte que cada vez es más federal.

Esta edición del campeonato de mayores se celebró en la pileta del Parque Olímpico en Villa Soldati. Estuvieron representados 84 clubes de todo el país –más Biguá. de Uruguay– en los 310 nadadores participantes. Además, tanto este torneo como el disputado en abril, sirvieron como clasificatorios para el Sudamericano y para los Juegos Olímpicos de Tokio.

"Es el torneo más importante a nivel nacional y reúne a los mejores exponentes de cada región. Eso lleva a potenciar el deporte, compartir experiencias y ganar ritmo, ya que compiten contra los mejores", explicó Martín Cozza, de Cadda.

Delfina Pignatiello fue la única que alcanzó las marcas para Tokio. Ya lo había logrado en los 1500 en la edición de abril, y en esta revalidó su pasaje en los 800 metros logrado en el Mare Nostrum en junio. Este jueves en la prueba que la tenía como favorita y dueña del récord, alcanzó la marca A con un tiempo de 8m32s56, detrás de ella llegaron Cecilia Biagioli (Córdoba), que logró la marca sudamericana con 8m54s55, y Anna Huusmann.

En el mismo natatorio donde ganó dos medallas de plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud el año pasado, Pignatiello sacó una buena ventaja en los primeros 200 metros, relegando al segundo puesto a la cuatro veces olímpica Biagioli. "Siempre es un orgullo competir en este torneo. Ver las nuevas camadas que llegan, y a estas chicas con tanto potencial, te lleva a exigirte el doble y eso está buenísimo", dijo la cordobesa de 34 años.

Las tribunas estuvieron repletas de familiares. Gritos de aliento, aplausos, banderas. En un torneo con un marco de categoría A, todos los presentes nadaron al máximo, tenían mucho en juego. Por eso las lágrimas de Nicolás Sardi, el nadador que representa a River, luego de disputar la final de los 200 metros mariposa, al ver que había alcanzado el podio. O las caras de frustración de algunos tras ver que sus rendimientos no fueron los que esperaban. Pero hubo sonrisas con Ivo Cassini, de Mar del Plata, que alcanzó la marca para el Sudamericano en los 400 metros libres o en las caras de Virginia Bardach (400 metros combinados), Andrea Berrino (200 espalda) y María Belén Díaz (50 mariposa) tras quedarse con sus pruebas.

Este es un torneo que año a año adquiere mayor nivel. Los atletas quieren competir, muchos sueñan con llegar a un Juego Olímpico o un Sudamericano. Es un esfuerzo para muchos de los equipos la realización de este viaje. Son muchos kilómetros, varios días lejos de sus casas, jornadas exigentes. Si bien saben que eso es lo que requiere si quieren llegar a la élite de la natación, no deja de ser una inversión. "Estar lejos de mi familia tantos días y a fin de año es lo más difícil. Pero venir a competir te llena de energías para motivarte", describió una atleta de San Juan.

Lejos de los flashes pero con mucho color y pasión por el deporte el Campeonato Argentino busca cerrar el año en lo más alto. El torneo que comenzó el miércoles y finalizará este sábado, ya tiene su saldo a favor. Los familiares se muestran a gusto, están contentos con las instalaciones, la organización y el nivel mostrado. Los competidores lucen relajados por momentos, comparten en otros, pero nunca dejan de mirar la pileta. Porque es ahí donde quieren ser grandes, y saben que hay todo un país buscando lo mismo.

Delfina Pignatiello acapara las miradas del Parque Olímpico

La nadadora tiene aún dos pruebas por disputar. Una de ellas será este viernes, cuando dispute los 200 metros mariposa junto a Virginia Bardach. La otra será el sábado, cuando cierre el campeonato con los 1500 metros libres.

Sin dudas es la figura del torneo. Ella lo sabe y lo disfruta. Pero también lo saben sus competidoras, quienes ven en ella un espejo hacia dónde ir. Buscan imitarla, alcanzarla, motivarse para llegar algún día a los primeros puestos.

En esta versión ya ganó dos pruebas: la de 800 lograda el jueves y la de 400 metros alcanzada el miércoles, cuando marcó 4m11s19. Ya tiene sus boletos para Tokio, que logró en junio en las etapas del Mare Nostrum para los 400 y 800 metros, y los 1500 en el Campeonato argentino. Este torneo es una buena manera de cerrar el año y una buena medida para seguir creciendo, entrenándose y midiéndose con el resto de las nadadoras argentinas, para apuntar a más.