Río 2016 y un estudio revelador: ¿de dónde surgen los medallistas olímpicos argentinos?

El estudio del desarrollo de deportistas de elite ha identificado una amplia variedad de factores ambientales y genéticos que pueden afectar el rendimiento de manera directa o indirecta. Científicos canadienses han demostrado que el tamaño poblacional de la ciudad donde el deportista transcurre sus primeros años de desarrollo puede influir en su rendimiento final. Un equipo de nuestra Fundación estudió el lugar de nacimiento de los deportistas argentinos que obtuvieron medallas en los Juegos Olímpicos de los últimos 50 años (desde México 1968 a Londres 2012). En ese periodo, la Argentina obtuvo 29 medallas (5 de oro, 7 de plata y 17 de bronce), logradas por 143 atletas (45 mujeres y 98 varones) en 12 disciplinas deportivas.

El principal hallazgo de la investigación fue el predominio de los deportistas nacidos en Buenos Aires: 62% del total y 44% de las medallas de oro. Ello constituye un liderazgo indiscutido del mayor distrito del país que se repite de manera sistemática al analizar otras poblaciones deportivas como los medallistas en Juegos Panamericanos, campeones de fútbol, tenis y boxeo, y grandes maestros de ajedrez, entre otros. Se destaca además la excelente performance de los atletas nacidos en Santa Fe ocupando el segundo lugar de la lista de medallistas olímpicos. La suma de los medallistas nacidos en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe supera el 80%. El nivel socioeconómico más elevado y el clima favorable de estas provincias son factores a considerar en la justificación de este hallazgo.

La mayoría de los atletas (67%) nació en ciudades con menos de 500 mil habitantes y la mayoría de ellos se desarrolló en localidades de 30-100 mil personas. Los mecanismos del “efecto de lugar de nacimiento” son aún mal conocidos y probablemente intervengan múltiples factores. En relación a sus contrapartes de las grandes metrópolis, los niños de pequeñas ciudades reciben mayor apoyo social, tienen niveles más elevados de auto-eficacia, experimentan menos conflictos, participan más en juegos no-estructurados, tienen mayor posibilidad de jugar con niños más grandes y adultos, y pueden practicar en ambientes naturales más amplios y seguros. Estas características facilitarían una mayor cantidad de tiempo de práctica y el éxito temprano, los cuales han sido asociados a una participación sostenida y mejor desarrollo en el deporte. Es oportuno (y triste a la vez) destacar que en 13 de los 23 estados provinciales argentinos, no se ha desarrollado un medallista olímpico en el último medio siglo.

Múltiples y complejos factores influyen en el desarrollo de un deportista de nivel olímpico. Es evidente la extrema dificultad que significa obtener una medalla en la competencia más importante del mundo, lugar reservado para pocos elegidos del deporte universal. Sin embargo, no puede soslayarse el descenso histórico en la performance olímpica nacional especialmente en deportes individuales. La tendencia internacional actual, adoptada por los países centrales, exige una fuerte participación de las Ciencias del Deporte en el desarrollo de los deportistas de elite, en especial la Medicina, la Fisiología del Ejercicio, las Neurociencias y la Estadística Aplicada, entre muchas otras. Los datos del presente estudio pueden ayudar a optimizar recursos y realizar una acertada planificación estratégica para el desarrollo de las futuras generaciones de representantes olímpicos.

(*) (Fundación Nixus para la Investigación Científica, CONICET, Buenos Aires, Argentina)

Dr. Javier Maquirriain y Roberto Baglione