Se acordó de ganar... pero ¿está a tiempo?
Vuelve Pucará. Pasó por momentos opuestos a lo largo del torneo. Fue la sensación en la primera rueda, con triunfos sobre los principales rivales, goleadas y un juego vistoso y eficaz; en la segunda todo cambió, con derrotas que le hicieron cuesta arriba la clasificación.
Pero Pucará no se inmuta. Siempre intenta ser fiel a ese estilo de rugby que lo convirtió en un gran equipo. Y sigue dando pelea por un lugar en los playoffs de la URBA. Ayer doblegó en Burzaco a San Luis por 18-13 y enhebró un tercer éxito sucesivo luego de cinco caídas en fila y un empate. Va recobrando la memoria de los triunfos, y aunque está tardando más la del juego, al menos achica la brecha respecto a los de arriba. Bajar al conjunto platense, un contrincante directo en la carrera hacia los cuartos de final, es muy buena noticia, por supuesto. Pero sigue flotando la pregunta: ¿alcanzará? ¿Hay tiempo -o fechas- suficiente para conseguir al menos el sexto puesto?
Nadie tiene la respuesta por ahora. Mientras, Mauro Comuzzi exalta las formas. "El triunfo vale muchísimo, pero me quedo con las ganas del equipo de jugar un estilo de rugby. A él aspiramos todo el año. Cuando aparecen las ráfagas realizamos buenas jugadas y dañamos al rival, pero hay que mantener la concentración para hacer esas diferencias en más ocasiones", subrayó.
Pucará cuenta con grandes individualidades, pero deberá corregir la principal falla: la falta de un juego colectivo estable en los 80 minutos. Las conexiones de los tres cuartos dañan mucho las defensas, pero deben ser en conjunto, no arremetidas solitarias. Ayer, el local marcó una clara diferencia en la primera parte, aunque en la segunda el juego desapareció. Lo explicó Comuzzi: "Nos complicaron mucho en los puntos de encuentro, y somos un equipo que juega con la pelota y que si no tiene una obtención limpia, se complica en la creación del juego". De no caer en eso depende que el ansiado lugar entre los seis primeros no parezca una utopía.