Cuando 20 años no son nada: a dos décadas del primer oro olímpico de Haile Gebrselassie
Un día como hoy, pero de 1996, el etíope se convertía en el rey olímpico de los 10.000 metros y comenzaba la historia de uno de los clásicos más grandes del atletismo mundial: Kenia vs Etiopía.
La calurosa noche del 29 de Julio de 1996 quedará marcada en la historia como una de las gestas más asombrosas de la historia que ningún amante del atletismo y el running pueda olvidar. En el tan ansiado primer duelo en juegos olímpicos entre Paul Tergat y Haile Gebrselassie, el etíope luchó contra toda la armada keniata y se llevó su primer oro olímpico.
La pista de Atlanta estaba compuesta por un material especialmente preparado para que los velocistas estadounidenses puedan obtener mejores tiempos y sacar ventaja a sus rivales. Al utilizar un soldado sintético más denso, el piso se volvió más duro y muchos fondistas tuvieron problemas físicos durante las eliminatorias y varios debieron abandonar o quedar fuera de las finales. Por tal motivo, pocas personas confiaban que los 10.000 metros masculinos fueran a ser una de las mejores carreras al final de los Juegos –como terminó sucediendo–.
Mientras la mayoría de las veces, en las carreras de campeonato, las acciones se definen en los metros finales, los 10K de Atlanta mantuvieron en vilo a los espectadores por más de 15 minutos. Sabiendo del rabioso sprint final de Haile, los keniatas intentaron mantener el acelerador a fondo la mayor cantidad del tiempo intentando quemar a Gebrselassie en la segunda mitad y dejarlo sin nafta para el cierre.
El lento paso por el 5K fue 13:55.22, muy esperanzador para Gebre. Ahí, el equipo de Kenia salió a trabajar. Paul Koech y Josphat Machuka, el mismo que unos años antes le pegó una piña a Haile, comenzaron a tirar del grupo por 3000 metros con parciales que
promediaban los 2m42s el km. Después llegó el tiempo de Tergat –multicampeón mundial de cross country–, que asombró con una ráfaga de 29 segundos en 200 metros, con 2K por delante. Muy a su pesar, el etíope de 23 años aún seguía ahí, luchando. Tergat pasó el siguiente kilómetro en 2m33s9/100 sin poder librarse de Haile, que respondió al ataque y al oír la campana corrió los siguientes 200 metros en 28.4 segundos, cerró los últimos 400 metros muy por debajo de los 60 segundos y coronó un kilómetro final en 2m31s46.
Con 27m07s34 el pequeño gran gigante se convirtió por primera vez en campeón olímpico. Los 13m11s6 de la segunda mitad son un tiempo tan vertiginoso que sólo fue mejorado tres veces en finales olímpicas de 5.000 metros.
Gebrselassie les ganó a los keniatas en su propio juego. Se despegó temprano, abrió una brecha y a pesar que Tergat remató en un tiempo similar, no pudo alcanzarlo.
Desde ese día, Haile fue imposible de detener.
Mirá los últimos 5 minutos de carrera
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