Copa Davis: la emoción de Carlos Berlocq, a quién le dedicó el triunfo y lo que dijo Orsanic sobre él

"No doy más". Ese fue el manojo de tres palabras que partió de la boca de Carlos Berlocq apenas se fue larga la última pelota de Paolo Lorenzi en el interminable cuarto punto de la serie entre Argentina e Italia por la Copa Davis, que igualan 2-2. Fue su tercer partido en tres días, con más de once horas en cancha; decisivo para mantener hasta el quinto punto la esperanza del campeón defensor de la Ensaladera.

Tomó un poco de aire, abrazó a su esposa María Noel Serrano, respiró profundo, escuchó el dulce "olé, olé, olé, Charly, Charly..." del contorno, se rompió la remera para mantener el ritual del desahogo, y entonces le puso letra a sus sentimientos: "Estoy muy, muy, emocionado. Porque, más allá del resultado, tengo salud para venir y luchar cada punto, cada día, y tener un equipo como el que tengo detrás, que me apoya siempre, eso es lo máximo", dijo.

"Esto es para todo el equipo de Copa Davis , para mi familia, para mi equipo y para ustedes, la hinchada número 1, la mejor del mundo. Hubo tres parates y siguieron acá, a pesar del mal tiempo. Estoy muy feliz. No se imaginan cuánto valoramos que vengan, que nos sigan", contó y luego amplió las razones de su ida y vuelta con el público: "A esta altura de mi carrera no iba a cambiar mi forma de actuar con la gente como local. Desde que empecé a jugar la Copa Davis, sentí que ese ida y vuelta me daba energía, y logré tener un gran rendimiento, ahora quise hacer lo mismo y siento eso, que cuando estoy adentro y empiezo a manejar el público, le pido que me cante, y eso me da mucha fuerza. Eso es clave, no sentí cansancio ningún día, y eso no es normal, debe ser la adrenalina de jugar la Davis".

Berlocq también habló de lo que significa tener cerca a su mujer, que lo suele acompañar en las giras y se convirtió, acaso, en su sostén más importante dentro de una cancha: "Ella me dice que si no la miro o la saludo después no entro a casa, ja... La verdad es que hace mucho que estamos juntos. Ha viajado mucho conmigo, es de las personas que más me ha visto dentro de una cancha; más que cualquier entrenador. Me mira a los ojos y me conoce, sabe un montón de cosas que me da mucha confianza y mucha tranquilidad, a veces siento que tengo que mirarla para poder tranquilizarme, o que me dé algún consejo, es una personal muy importante en mi vida".

El Gladiador también habló sobre las dificultades de jugar en una jornada con mucho viento, tal como se dio este domingo en el Parque Sarmiento: "Me formé jugando en Mar del Plata, así que tengo bastante práctica con el viento. Gané dos torneos de ATP, en Estoril y Bastad, que también son lugares con mucho viento. Para mí es un plus de confianza. Después, hay muchas pautas para jugar bien con ese clima: no hay que jugar pelotas muy altas, porque el viento te la domina, no ceder en la cancha cuando lo tenés en contra porque el otro te hace 'una y una' y te domina el punto, y después, el saque al cuerpo siempre es una buena opción para incomodar".

Por último, Orsanic se refirió a las sensaciones que le dejó el triunfo de Berlocq: "Lo que hizo hoy fue muy emocionante. Después, en cuanto a su entrega y corazón, a lo que muestra, no es nuevo. Pero cada vez que uno ve ese compromiso, es hermoso; ver que saca de donde no hay y que también juega bien y puede darle un punto importante al equipo, es algo para disfrutar, y también para aprenfer que siempre hay que seguir intentando. Es un ejemplo, como otros que tenemos".