Abierto de Australia: la qualy que se juega a 12.000 km de Melbourne y Francisco Cerúndolo, el argentino que busca jugar su primer Grand Slam

La famosa nueva normalidad provocada por la pandemia genera que la valiosa clasificación del Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada tenística, se esté disputando en Doha (para los hombres) y en Dubai (para las mujeres) teniendo en cuenta las restricciones sanitarias que hay en Melbourne. Si bien el Abierto de Australia ha tenido varias sedes (incluso se jugó una vez en Nueva Zelanda), no deja de ser llamativo que la clasificación se disputa en otro continente, y a 11.972 kilómetros: esa es la distancia desde Doha a Melbourne.

Sin jugadoras de nuestro país en la versión femenina, la qualy masculina tiene un buen número de raquetas nacionales. Y en la primera jornada de acción la nota la dio Francisco Cerúndolo, el jugador de 22 años que en los últimos meses de 2020 ganó tres títulos challengers (Split, Guayaquil y Campinas) y avanzó más de cien posiciones (comenzó el año como 241° y terminó 139°).

Hijo mayor de Alejandro "Toto" Cerúndolo (estuvo entre los mejores 310 jugadores del mundo en 1982 y es entrenador/formador), Francisco está compitiendo por primera vez en la clasificación de un certamen de Grand Slam. Sobre el cemento del Complejo Internacional de Tenis y Squash Khalifa (escenario habitual del ATP qatarí), el tenista diestro y de 1,85m debutó con un muy buen triunfo por 6-2 y 6-4 ante un rival con mayor trayectoria, como el español Guillermo García López (de 37 años, actual 222°, pero 23° en 2011 y con cinco títulos ATP). En una hora y catorce minutos de juego, Francisco logró cuatro aces, cometió seis doble faltas, logró 57% de primeros servicios, ganó el 92% de puntos con el primer saque y 47% con el segundo. Además, le quebró cuatro veces el saque al europeo.

El próximo rival de Cerúndolo será otro español: Mario Vilella Martínez, 186° del ranking y de 25 años. Será el primer enfrentamiento entre ambos. Para acceder al cuadro principal del Abierto de Australia (comenzará el 8 de febrero) desde la clasificación hacen falta ganar tres partidos. Aquellos jugadores que consigan ese trascedente objetivo deberán viajar desde Doha (o Dubai, en el caso de las mujeres) a Melbourne y comenzar la cuarentena de 14 días que exige el gobierno aussie. El protocolo contempla un permiso especial para entrenarse en el Melbourne Park o recibir atención médica/kinesiológica hasta cinco horas al día. Asimismo, tanto en Doha como en Dubai, los jugadores son sometidos a diferentes pruebas sanitarias y conviven dentro de una suerte de burbuja (sólo tienen permitido estar en los hoteles oficiales y en el club). Aquellos que no respeten las reglas quedarán expuestos a sanciones y, naturalmente, a la expulsión de la competencia.

Los otros jugadores argentinos que debutaron en la primera jornada de la qualy de Australia no tuvieron la misma fortuna que Cerúndolo. Facundo Mena (237°, 28 años) cayó frente al ruso Evgeny Karlovskiy (258°, 26 años) por 3-6, 6-3 y 6-2, en dos horas. Facundo Bagnis (125°, 30 años) perdió ante el indio Ramkumar Ramanathan (188°, 26 años) por 7-6 (8-6) y 7-5, en 1h53m. Después de la pesadilla que vivió en diciembre pasado (23 días de cuarentena en Maia, Portugal, tras haber dado positivo de coronavirus en el challenger de esa ciudad), Marco Trungelliti (243°, 30 años) fue batido por el alemán Maximilian Marterer (209°, 25 años) por 4-6, 6-4 y 6-4, en 2h50m. Y Andrea Collarini (203°; 28 años) cayó contra el brasileño Joao Menezes (193°, 24 años) por 1-6, 7-6 (10-8) y 6-3, eh 2h28m.

Este lunes, en el segundo día de acción en la qualy del Australian Open, jugaron otros dos argentinos. Renzo Olivo (212°, 28 años) perdió por 1-6, 6-2 y 6-2 frente al alemán Julian Lenz (245°, 27), mientras que Guido Andreozzi (166°, 29) cayó ante el australiano Tristan Schoolkate (839°, 19, recibió una invitación por parte de la organización) por 7-6 (7-1) y 6-4.