WROCLAW.- ¡Volvimos a la victoria! Ayer usamos un nuevo método antes del partido. Tanto los jugadores como Julio (Velasco) cambiamos un poco la cábala. Se los paso a describir.
Jugábamos al mismo horario que contra Serbia, es decir, a las 13. El martes no fuimos a entrenarnos a la mañana (teníamos de 7.30 a 9) porque era un horario anormal. El staff decidió que hagamos una activación del sistema nervioso central con streaching en una de las salas del hotel. Pero, tal como lo dijo Julio, no funcionó.
Entonces ayer nos levantamos todos a las 7.30, desayunamos y nos fuimos a entrenar de 9 a 10 en una cancha auxiliar; hicimos una especie de tentempié -que para algunos fue repetir café con medialunas y para otros fue almuerzo- y salimos a las 11.15 para el estadio, listos para la batalla.
Más allá del resultado, creo que podemos jugar mucho mejor. Capaz nos falta soltarnos individualmente a todos para mejorar como equipo, pero la mía es una humilde opinión que tiene que ver con ver el partido más desde afuera. Todo se ve diferente. Todavía no se vio lo mejor que podemos dar.
Me tengo que sacar el sombrero por Camerún, un equipo desconocido para todos, que compite sin presiones y tiene alegría y diversión desde donde lo mires. Son físicamente enormes y, si bien no están listos para ganarle a Rusia o Estados Unidos, le puede causar más de un susto a cualquiera.
A la tarde nos relajamos en el hotel, mirando los otros partidos. Yo esperé especialmente el básquetbol, el "Alma Argentina", contra Grecia.
Mi párrafo aparte de hoy lo voy a dividir en dos. Primero, quiero hablar de José Luis "Pepe" González, que está jugando muy bien y tapando muchas bocas, como decimos nosotros. Pero lo más curioso es que va a ser papá de Ian dentro de poco y sigue muy de cerca a su pareja por Skype y por fotos. La segunda dedicatoria es para Gustavo Cerati, QEPD. ¡Gracias por todo! Te seguiré escuchando siempre, maestro.
Bueno, me voy a preparar para cenar y dormir, ¡mañana será otro día!
