Según Carbap, si bien un 58% está de regular a malo, se observó una mejora en la condición de bueno y muy bueno; buscan que se modifique una ley para haya más fondos para caminos provinciales
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Un 58% de los caminos rurales de la provincia de Buenos Aires se encuentran en estado de regular a malo. Solamente el 42% está entre bueno y muy bueno. Si bien una vez más la radiografía se presenta complicada, en la proyección de la película en el sector agropecuario ven un “aliciente”. Las curvas, comparando con un relevamiento de 2022, han empezado a bajar en lo que se refiere a caminos malos [a casi 20%] y regulares [ahora por debajo del 40%] y, en tanto, comienzan a ser ascendentes aquellas de “bueno [por encima del 30%] y muy bueno [mayor al 10% tras estar por debajo de eso]”.
Esto fue el resultado de una encuesta que realizó la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) en todos los distritos bonaerenses y que arrojó “que el 21% de los caminos rurales está malo, un 37% en estado regular, el 11% en estado bueno y el 31% muy bueno”.
“Es un aliciente, estamos en el buen camino. Esto se ha logrado y se ha llevado adelante por la relación entre municipios y entes. Todos los productores que hoy estamos utilizando los caminos rurales hemos empezado un camino de diálogo que es fundamental, con reuniones periódicas para trabajar. Y nos empezó a dar un resultado más optimista y positivo. Ese es el camino para poder mejorar esta situación y dentro de eso también está la conformación de entes”, dijo a LA NACION Roberto Cittadini, coordinador de la Comisión de Servicios de la entidad ruralista luego del 4º Simposio de Caminos Rurales que se realizó en la localidad bonaerense de Tres Arroyos.
En la provincia de Buenos Aires hay unos 106.000 kilómetros de caminos rurales, de los cuales la potestad de 85.000 kilómetros está a cargo y son responsables las intendencias. Solo 25.600 kilómetros son caminos provinciales. También algunas rutas provinciales de tierra fueron cedidas a los intendentes en el gobierno de Felipe Solá, con la promulgación de la Ley 13.010.
Esta normativa tiene previsto que el 12% del impuesto Inmobiliario Rural le vaya en forma directa a los intendentes para el mantenimiento de estos caminos provinciales, más otro porcentaje igual de libre disponibilidad que, dijo Cittadini, “muchas veces, y en la mayoría de los casos no es utilizado para caminos rurales”.
Contó que la elección del lugar no fue al azar sino que se decidió hacerlo en ese municipio porque allí funciona un ente descentralizado y; dentro de la provincia, señaló, “tiene una de las mejores redes viales por trayectoria y por equipamiento y, donde se ha podido transformar al camino en una política de Estado, lo que le da una fortaleza y una visión importante para el sector”.
Con respecto a la ley 13.010, el coordinador presentó un proyecto de modificación en lo que se refiere a la asignación de partidas a los municipios para mantenimiento de esa red provincial de 25.800 kilómetros.
“Se ha hecho una presentación de algunas modificaciones que pretendemos llevar adelante. Especialmente un aumento del porcentaje asignado para los municipios, pero en contrapartida también crear un ente auditor de fiscalización de obra y tránsito de esos caminos rurales. Que este ente esté integrado por el Ministerio de Desarrollo Agrario y el de Infraestructura y también Carbap, Federación Agraria, Coninagro y Sociedad Rural Argentina y que tenga la facultad de auditar los fondos que llegan a los municipios, informar el Estado, establecer un sistema de calificaciones, presentar un plan anual para el mantenimiento de los caminos. Estamos convencidos que puede llegar a traer una excelente mejora”, aseguró.
Aun así, dijo que, para que se vea realmente un cambio rotundo en el estado de los caminos rurales, la iniciativa debe venir del lado de los intendentes, porque el mayor porcentaje de los caminos rurales tienen dependencia directa de los municipios y está relacionado con la aplicación de los recursos propios que recibe cada distrito de los productores directamente por tasas viales, por el cobro de marcas y señales (creada hace 70 años, cuando no había tasa vial y se cobraba por cabeza cuando se hacían los arreos y se rompían los caminos y todavía los ganaderos siguen pagando), entre otras recaudaciones.
“Es plata en manos de los intendentes y son los responsables. Y de la ejecución de esos fondos depende el estado de los caminos. Es la llave. Sumado a todos los importes que tienen los intendentes de su poder, llegamos a la friolera de $106.000 millones que, dividido por la totalidad de caminos que tiene la provincia de Buenos Aires en la red vial, da casi más de un millón de pesos por kilómetro que pagamos los productores a las intendencias, y no se hace nada”, remarcó.
En el simposio del que participaron al menos 300 productores, hubo un bloque técnico, donde se mostró lo que está ocurriendo hoy con Vialidad provincial, cómo están trabajando y acompañando el mantenimiento de los caminos. También estuvieron intendentes de distintos colores políticos y zonas para que describan qué sucede en sus distritos con los caminos rurales y su problemática local.
Para Cittadini, el camino rural debe apuntar a tener los llamados TEECS: transitabilidad, educación, electricidad, conectividad y seguridad. “Esta sigla lo que representa, socialmente, es lo que estamos pidiendo los productores y el interior para poder llegar a desarrollarlo. No tan solo para nuestra vida diaria, nuestra vida de trabajo y productiva y económica, sino para todo nuestro desarrollo social y ese arraigo tan necesario que precisamos de los caminos rurales. Sabemos que no es fácil”, cerró.
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