El 50% de los trabajadores argentinos ganaron menos de $62.000 en el último trimestre del año
El Indec publicó el informe sobre distribución del ingreso
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El Indec publicó hoy el informe de la distribución del ingreso de los argentinos, una medición trimestral que se obtiene a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que, entre otras cosas, permite conocer los niveles de pobreza e indigencia. De acuerdo a las últimas estimaciones, cerca del 50% de los argentinos ocupados ganaron menos de $62.000 en el promedio de los últimos tres meses. Esta cifra representa apenas $47 más que el salario mínimo vital y móvil actual, que en diciembre se ubica en los $61.953 y casi $14.000 por encima del trimestre ($48.200).
El dato se elabora a partir de la mediana, que se obtiene estadísticamente a partir de delinear todos los valores en una suerte de “línea” y tomar el que se posiciona en el centro de la distribución. El 50% de los ingresos, en este caso, se ubican por debajo de ese monto, mientras que el otro 50% restante, por encima.
El ingreso promedio de los ocupados sube a $83.755, ya que tienen mayor peso en esta medición los salarios de los trabajadores en las mejores condiciones. Al tomar como base el total de la población (con y sin ingresos) el ingreso medio baja a $52.483. Se incluye a aquellos que no perciben ingresos, aquellos que lo hacen a través de ingresos no laborables, como jubilaciones, pensiones o planes sociales (que representan el 24,3% de los ingresos totales) y los laborables, que ascienden al 75,7%.
“El ingreso medio de las personas ocupadas que se ubicaron dentro del 40% que recibe menores ingresos no llegó a cubrir la canasta básica total, o sea estaban ocupados e igual eran pobres. Si bien hay indicadores que muestran mejoras respecto a un año atrás, también da cuenta de los profundos problemas de desigualdad que tiene nuestra sociedad y, en particular, de su resolución en el mercado del trabajo”, explicó Claudio Caprarulo, economista de Analytica.
El organismo estadístico subdivide al total de la población en tres estratos por ingreso per cápita familiar, es decir, cuánto perciben los miembros de un mismo grupo en promedio, sin tomar en cuenta quién es el que produce los ingresos. El 40% de la población, representada en los deciles 1 a 4, tiene un ingreso medio de $29.998, mientras que el 20% superior percibe, en promedio, $200.714. El 40% restante tiene ingresos promedio por $79.066.
“Estos datos que reflejan la desigualdad son relevante en la economía porque tienen un impacto sobre una enorme cantidad de variables de interés: crecimiento, democracia, inseguridad, bienestar, entre otros. Además, las diferencias que arrojan estos números también reflejan desigualdad de oportunidades entre las personas”, opinó Lucio Garay Méndez, especialista de la consultora Eco Go.
El coeficiente de Gini, una medición global utilizada para entender la distribución del ingreso y frecuentemente referida como la medida de desigualdad, fue de 0,424 para el ingreso familiar per cápita, en el tercer trimestre de 2022. En el mismo trimestre de 2021 fue de 0,441, lo que muestra una muy leve disminución de la desigualdad.
#DatoINDEC
— INDEC Argentina (@INDECArgentina) December 22, 2022
Distribución del ingreso: el coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar bajó de 0,441 a 0,424 entre los 3° trimestres de 2021 y 2022; y la brecha entre el 10% de la población con mayores y menores ingresos se redujo de 15 a 13 veces https://t.co/vqvVmHdI2H pic.twitter.com/TOR1jiSpwR
Sin embargo, el coeficiente es cuestionado por algunos economistas. “El indicador de Gini marca como está distribuido el ingreso. Cuanta más separación hay entre los que más y menos ingresos tienen, se dice que hay mala distribución del ingreso, pero es un concepto equivocado en economía, porque lo importante es que el que menos gana tenga un ingreso suficientemente importante para no caer en la pobreza. No importa que alguien gane 100 veces más que yo, lo que necesito es tener un ingreso con el que pueda vivir bien”, comentó Roberto Cachanosky.
Garay Méndez agregó que es positivo ver una caída en la desigualdad de los ingresos con respecto a un año atrás, cuando el Gini fue superior, pero estos datos desde una mirada más amplia muestran que en la Argentina la desigualdad sigue estancada. “Luego del aumento en los 90 y la caída en los 2000, desde 2010 los indicadores de desigualdad siguen orbitando sobre los mismos niveles, lo que invita a pensar en nuevas políticas para combatir este problema”, comentó.
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