Guía de Agricultura Regenerativa. 10 principios generales pensados para el productor
Unilever y Knorr junto al INTA presentaron el primer protocolo de agricultura regenerativa en Latinoamérica. Esta guía impulsa la implementación de prácticas agrícolas innovadoras que promueven el cuidado de medioambiente a la vez que fortalecen el desarrollo de las comunidades locales.
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El manejo responsable del suelo tiene consecuencias positivas para el ser humano y para la naturaleza. Es por eso que la agricultura regenerativa gana terreno en la producción agropecuaria mundial ya que intenta devolver la funcionalidad natural al suelo.
El viernes pasado, durante la primera jornada de la Bioferia, que tuvo lugar en el Hipódromo de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires, se presentó la Guía de Agricultura Regenerativa publicada por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). La misma resulta del trabajo colaborativo que sostiene este organismo y Unilever hace tres décadas, de las cuales en los últimos tres años se aplicaron estas prácticas para el cultivo de los productos Knorr.

La agricultura regenerativa se basa en poner la atención sobre los principales procesos ecológicos que ocurren en un ecosistema agrícola o ganadero y trabajar junto con la naturaleza para sostener e incrementar la productividad a mediano y largo plazo. La guía está destinada a sentar bases sobre lo que los productores deben hacer si desean avanzar en el camino de esta práctica responsable sobre el suelo.

“El principal logro que constituimos durante estos tres años de trabajo fue poder desarrollar guías y prácticas para que cualquier productor que quiera llevar a cabo la agricultura regenerativa tenga una base sólida para poder trabajar”, explica Natalia Giraud, directora de Asuntos Corporativos de Unilever Cono Sur. A la vez, subrayó que Knorr lleva 3200 toneladas de vegetales deshidratados bajo este sistema y que el objetivo del trabajo que Unilever realiza junto con el INTA desde hace más de 30 años se dirige a implementar prácticas que ayuden a restaurar y a regenerar el suelo del mismo modo que se cultivan los alimentos.
“El protocolo que desarrollamos en conjunto con el INTA tiene como base los aprendizajes obtenidos a partir del trabajo que realizamos en los últimos años con los horticultores de Mendoza y San Juan que proveen la planta de Knorr para producir vegetales deshidratados. Gracias a esto se fijaron distintos principios que los productores deberían tener en cuenta al momento de empezar a transitar el camino de la agricultura regenerativa”, agrega.

Por su parte, Hernán Sperber, director de la Unidad de Negocios de Alimentos de Unilever, sostuvo: “El impacto de este trabajo se divide en el qué y en el cómo. Es decir, cuál es el producto que obtenemos y cómo lo obtenemos. Desde el cómo lo importante es que nosotros cultivamos y hacemos crecer nuestros vegetales bajo estas prácticas y eso es un gran cambio para el suelo”.
Detalló, además, que los vegetales se deshidratan en una planta prácticamente artesanal y no se los trata con ningún producto o químico por lo que se logra un producto final sin aditivos ni conservantes, que no tiene sellos ni sal. “El producto logrado combina el ADN de Knorr, que se basa en el sabor y en la practicidad y a esto se le suma naturalidad”, añade.

10 principios
La guía publicada promueve 10 principios generales que funcionan como una base a partir de la cual se pueden definir estrategias particulares, ya que cada situación productiva cuenta con requerimientos condicionados por el contexto ambiental, tecnológico, económico, social y cultural.
Estos se focalizan en el suelo, la eficiencia en el uso del agua, y en la conservación y promoción de la biodiversidad asociada al cultivo. Se apoyan en cuestiones como minimizar el laboreo del suelo, mantenerlo cubierto con vegetación activa, realizar una diversificación planificada de cultivos, asegurar una nutrición orgánica de la tierra; anticiparse mediante la prevención de la erosión hídrica y eólica. A la vez, advierte sobre cómo evitar pérdidas por lixiviación, cómo lograr un uso eficiente del agua de riego, brinda pautas para minimizar el uso de agroquímicos, conservar hábitats naturales y seminaturales y, por último, promover la biodiversidad funcional.

“Desde 2022, implementamos prácticas de agricultura regenerativa en las provincias de Mendoza y San Juan para producir los vegetales de Knorr, como parte de nuestro compromiso global de regenerar dos millones de hectáreas para 2030″, añade Giraud.
“Gracias a este camino recorrido, los consumidores pueden acceder a vegetales cultivados en su totalidad bajo estas prácticas y de manera respetuosa con el ambiente, en sistemas que regeneran y que le devuelven al suelo todo lo que nos aporta cada día”, finaliza Sperber.
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