Mariel Fornoni: "La oposición no está capitalizando el descontento"

Mariel Fornoni, directora de Management & Fit, aclaró por qué la caída de nueve puntos en la imagen presidencial no es tan "brusca" como parece. En diálogo con Carla Quiroga, periodista de LA NACION, describió a una oposición desdibujada y relativizó el episodio del ministro de Finanzas, Luis Caputo, en el Congreso ayer: "Uno vive en un microclima de mucha información y cree que son temas que todo el mundo maneja, pero ministros como él deben tener un desconocimiento del 60%", detalló.

¿Cómo está viendo la gente la imagen del presidente?

El presidente tuvo una caída durante este verano. Después de la elección donde había sumado un capital político, tuvo una pérdida que rozó los nueve puntos y que se frenó en el mes de marzo. ¿Esto es mucho o es poco? La verdad es que está en los mismos valores que en abril del año pasado. Lo que perdió es el plus que creció durante la elección. Eso siempre pasa porque de alguna manera al presidente se le cuestionaba en el 2015 no haber usado ese capital político para tomar medidas que a veces son antipáticas pero necesarias. Eso es lo que pasó después de esta elección.

¿Cuál fue el punto de inflexión? ¿Qué fue lo que generó la brusca caída?

El mayor punto de la caída se dio a raíz de los presuntos hechos de corrupción alrededor del caso Triaca. Las dos bajas más grandes que tuvo el Gobierno no fue por hechos de gestión sino con hechos de este tipo: uno fue el escándalo del Correo en febrero de 2017 y otra este verano con el tema Triaca. Creo que fueron las dos mayores caída. Después, en general, ronda los 40 o 45 puntos de aprobación prácticamente desde el inicio de su mandato.

Es decir, ¿tuvo su costo decidir no correr al ministro de Trabajo?

Sí, veo que gran parte del núcleo duro de los seguidores del Gobierno tiene que ver con la transparencia, con la honestidad. Cuando esto se pone en duda genera una quita de apoyo. Después es cierto que tampoco hoy la oposición está capitalizando el descontento. Entonces queda como en un vacío y después cuando repunta, la gente vuelve a apoyar.

¿Cómo impacta esta caída de nueve puntos de cara a las elecciones del año que viene?

Para la elección todavía falta mucho. Esto se puede recomponer. La caída no es importante, porque está en los mismos valores prácticamente que estaban en abril del año pasado. Sumado a que también la oposición hoy está dividida: por un lado kirchnerismo, por otro lado peronismo, donde hay muchos egos pero todavía no logran recomponerse o encontrar un liderazgo al cual seguir. Eso es un punto a favor que tiene el Gobierno, además me parece que tiene que ver con que el Gobierno es muy fuerte en distritos que son clave. María Eugenia Vidal sigue siendo la dirigente con mejor imagen.

En su caso, ¿obtuvo su posicionamiento?

Sí, tuvo una caída también durante el verano, también tuvo un repunte y hoy tiene más del 55% de aprobación. Y es un distrito que concentra el 40% de los electores del país. Entonces hoy es muy difícil hacerle sombra a María Eugenia Vidal en la provincia. También es muy difícil hacerle sombra a Cambiemos en la Ciudad, y si uno mira distritos electorales fuertes sumados como la provincia, la Ciudad, Córdoba, Santa Fe y Mendoza, suman el 72% de los electores del padrón nacional. Esos son distritos muy fuertes para Cambiemos. Cuando uno mira esa situación la verdad es que hoy es muy difícil que hoy la oposición pueda posicionarse de tal manera de hacerle una fuerza importante a Cambiemos en la próxima elección. Falta mucho, sobre todo en este país.

En los relevamientos, ¿hay algún dirigente que destaque por su imagen?

No, porque la atención está centrada en quienes hoy dirigen los distritos más importantes: Macri, Vidal y Larreta. Después sí aparecen referentes de la oposición con gobernadores más fuertes. Ese es el caso de Juan Schiaretti, de Pichetto liderando el Senado o de Urtubey en Salta, pero eso es un caso más incipiente.

¿Cómo impactó el caso del ministro Caputo?

Todavía es muy pronto. Muchas veces uno vive en un microclima de mucha información y piensa que es algo que todo el mundo maneja y la realidad es que ministros como Caputo deben tener 60% de desconocimiento como funcionarios. En general todos, no Caputo en particular.