Infraestructura: la clave para lograr un futuro digital
En un mundo cada vez más digital, el desarrollo de la infraestructura en las telecomunicaciones es clave para que el sector se siga expandiendo y desarrollando. Pero, teniendo en cuenta que es un rubro intensivo en capital y cuyas inversiones son a largo plazo, la seguridad jurídica es clave para que las compañías apuesten a futuro.
"Las tecnologías digitales son esenciales y tienen muchísimas oportunidades en América Latina si las condiciones apropiadas se instalan, si se enlazan todos los elementos para su verdadera explotación y desarrollo. Tenemos un continente joven, con posibilidades de formar mucho capital humano en estos temas y, esencialmente, en el desarrollo de comunicaciones muy poderosas, que son la base fundamental del desarrollo digital", expresó la secretaria general de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), Maryleana Méndez.
Durante el evento "El desarrollo digital de largo plazo", organizado por LA NACION y transmitido por LN+, streaming vía YouTube y Facebook Live, la experta dialogó desde Costa Rica con el periodista Ignacio Federico sobre la relación entre el Estado y las denominadas telcos.
Según explicó la secretaria general de la ASIET, para que las compañías inviertan es necesario que un país cuente con "seguridad jurídica", ya que la misma significa "estabilidad en las normas que rigen en el sector" de las firmas de telecomunicaciones.
"Es un sector intensivo en capital, con muy fuertes inversiones, que se deprecian a largo plazo. Durante muchos años hay que tener el negocio en marcha para poder recuperar lo que se perdió. La seguridad jurídica es básica y fundamental y esto es un elemento que nos preocupa, sobre todo en este momento y terminando la pandemia, definitivamente la recuperación económica es digital", consideró.
Respecto al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que estableció el presidente Alberto Fernández sobre las TIC, en el cual congeló los precios de la telefonía móvil, Internet y televisión por cable y los declaró servicios públicos esenciales y estratégicos en competencia, Méndez consideró que la medida desalienta las inversiones y, como consecuencia, provoca que haya una menor infraestructura y "menos oportunidades de desarrollo".
"Debe haber reglas adecuadas y no tener sorpresas, como han tenido con el DNU recientemente en la Argentina. Las implicaciones son muchas y hay que manejar con mucho cuidado el tema porque estamos congelando tarifas y eso significa menos inversiones. La regulación tarifaria es la más intrusiva de las regulaciones, porque es meterse directamente en el negocio y eso causa complejas situaciones desde la perspectiva de funcionamiento, de innovación en productos, de oferta", subrayó.
La especialista explicó que las telecomunicaciones han sido reguladas décadas atrás, pero que, con la evolución de la tecnología, se generó un "ecosistema diferente, regulado con una normativa que ya no aplica", lo cual provoca un malestar y atraso en el sector.
"Cada vez más rápido, las generaciones de tecnología se van sustituyendo las unas a las otras. Y, en particular, el salto de 4G a 5G es radicalmente distinto. Es una red completamente diferente porque requiere enormes inversiones para poder instalarse y sostenerse en el tiempo. Entonces, si yo restrinjo el flujo y el ingreso de los operadores, con las condiciones macroeconómicas que tiene la Argentina, estas inversiones se hacen más complejas de acometer", graficó.
Caso contrario, la especialista indicó que los Estados deben colocar "los incentivos correctos", los cuales eliminen "las trabas para el desarrollo de infraestructura". A través del desarrollo de una regulación inteligente y una revisión integral del marco regulatorio para eliminar aquellas normas que "hoy ya no tienen sentido en un ecosistema radicalmente distinto", las compañías se verían incentivadas a invertir en el sector de las TIC.
"También estamos hablando de que se ajusten los marcos fiscales, así como de poner una suficiente cantidad de espectros radioeléctricos en donde no se priorice la recaudación sino el desarrollo de redes. Además, quizás el incentivo más importante es la posibilidad de ejecutar apropiadamente los fondos de servicio universal para que cada vez más personas puedan estar conectadas y disfruten de los beneficios de la sociedad de la información", enumeró.
¿Qué países de América Latina y del mundo se pueden tomar como referencia en materia de marco jurídico?, le preguntó Ignacio Federico. "Aquí mencionaría en marcos normativos a Colombia. Recientemente renovó su ley y siempre ha dado pasos importantes en la simplificación de la regulación de telecomunicaciones", respondió Méndez, quien añadió: "También está sumando lo que se denomina un arenero regulatorio, un espacio de prueba para poder ver cómo reaccionan las telecomunicaciones ante cambio de regulación. Me parece sumamente importante y es algo que se está proponiendo en países de la OCDE". También sumó a Perú en materia de innovación regulatoria y, en el caso de Costa Rica, destacó el programa de Hogares Conectados como ejemplo de conectividad en las poblaciones vulnerables.
Pensando en un escenario pospandemia, para Méndez las telecomunicaciones jugarán un rol fundamental para la recuperación integral de todos los países del globo y "es allí donde intentamos que estas ruedas sigan produciendo infraestructura, conectando más personas y generando más beneficios para todos".
"Es sumamente importante entender que la base de la digitalización son estas redes de telecomunicaciones. Necesitamos, efectivamente, que estén las condiciones correctas, para hacer las inversiones necesarias, para poder seguir desarrollando a la Argentina digital", finalizó.
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