"Cielo negro": el desesperado pedido de un negocio que vive para las fiestas

Sin dudas las fiestas de este año van a ser distintas. Puede ser por la carga de sentimientos después de un año lleno de problemas, estrés y miedos. Las reuniones serán más chicas, con pocos familiares o amigos.

Con respecto a los festejos, con el pasar de los años surgieron campañas contra la pirotecnia que defienden los derechos de los animales e incluso de las personas con trastorno del espectro autista (TEA) y trastorno generalizado del desarrollo (TGD), que son más sensibles a los grandes estruendos. Desde el sector, piensan que tanto en nochebuena como en año nuevo "el cielo estará más oscuro", no habrá tanto festejo como hace unos años.

En diálogo con LA NACION, dueños de empresas que venden y producen fuegos artificiales aseguraron que el Covid-19 empeoró aún más la crisis que venía atravesando el sector hace tiempo.

"Nosotros venimos de un año muy difícil, en el país y en todo el mundo. Se vio afectada la economía, la salud, creció el desempleo y la pobreza, cerraron negocios y fábricas y no sólo del sector de los fuegos artificiales", dijo Ezequiel Asquinasi, director de relaciones institucionales de la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (CAEFA).

Mientras tanto, aseguró que el sector pudo atravesar este año, con complicaciones, pero espera que los últimos días del año se vendan más productos. "Es la época donde más se utilizan los fuegos, las principales ventas se concentran los últimos días del año", dijo y aseguró que las personas siempre compran a último momento.

"Hay muchas ganas de festejar y de celebrar que viene un nuevo año. Hay que celebrar que pudimos pasar este año y que el que viene va a ser mejor. La gente está muy cansada, quiere celebrar y festejar, los fuegos artificiales son el símbolo de excelencia de festejo, especialmente en las fiestas", aseguró.

"El sector está pasando por un momento muy crítico, a tal punto que están cerrando muchas empresas por un combo de cosas. Por la pandemia no se pudo usar fuegos o efectos especiales. No hubo conciertos ni festejos en estadios de fútbol. Y además, hay una ola de ensañamiento contra la actividad que hizo que gran parte de la comercialización desaparezca", aseguró Gustavo Consoli, dueño de la empresa A todo color fuegos artificiales.

Su empresa tiene 35 años y hace tiempo que viene pensando cómo puede rearmar su actividad. Según él, el volumen de la actividad cayó tanto que el trabajo, tal y como se venía haciendo, ya no es sostenible. "El cielo estará totalmente oscuro", dijo y agregó que muchas veces, los que más critican al sector son los que filman o participan de un show con fuegos.

En tanto, explicó que son 60.000 familias que viven del sector y ya quedan pocos que venden. Según Consoli, más de un 90% desistió de la venta.

"Fue un año absolutamente perdido, ya venimos hace tiempo tratando de reconvertir la empresa, comprando productos de bajo impacto sonoro. Dudo que todas sobrevivamos, no se puede sostener una empresa después de un año sin actividad", explicó y aseguró que las ventas de este año son el 10% del año pasado, año también negativo para el sector.

"Esperamos que levante en estos próximos días, si ves los volúmenes que hay en los galpones te das cuenta de que la temporada ya es un fracaso", dijo.

Leyes en contra del sector

Consoli explicó que en muchos municipios prohíben el uso de la pirotecnia. "Por ejemplo en Mar del Plata. Es una ciudad por excelencia vacacional y el intendente lo prohíbe. Ahí está afectando también al turismo -dijo-. Las personas que vivimos de la actividad tenemos derechos, no piensan en la necesidad de todos y no hay consenso y tampoco un equilibrio donde todos estemos metidos".

"Las prohibiciones municipales y provinciales, son un golpe muy fuerte. En medio de un contexto tan difícil, donde muchas empresas cierran y están en crisis, y se ha hecho un esfuerzo para que no se precipite en ese contexto que en esos lugares prohíban los fuegos me parece algo negativo", dijo Asquinasi.

Las prohibiciones municipales y provinciales, son un golpe muy fuerte

El primer artículo de la Ley Nacional 20.429, explica que los dispositivos de "materiales que se clasifiquen como armas de guerra, pólvoras, explosivos y afines, y armas, municiones y demás materiales clasificados de uso civil" quedan sujetos a las autoridades nacionales. Es por eso que el sector se presenta a la Justicia cada vez que una autoridad municipal o provincial prohíbe el uso de la pirotecnia en alguna parte del territorio. Ya se anularon las ordenanzas en más de 15 municipios.

"Hay una ley que regula la actividad. Nosotros confiamos que se va a ir actuando en cada lugar en donde se la prohibió", explicó y agregó que muchas veces prohibir puede ser incluso hasta más peligroso porque no se tiene un control adecuado de los productos.

"La gente la sigue usando y se mueve a otros municipios para comprar. Es riesgoso porque pueden comprar productos ilegales, que no estén controlados por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) -dijo-. La pirotecnia en Argentina es completamente segura y todos los avances tecnológicos que se dan en el mundo están controlados. Las instrucciones de uso son cada vez más claras".

"Por más ordenanzas que se hagan se debe contemplar todas las demandas de la sociedad; prohibirle no es factible. Desde los municipios se tienen que adecuar a las tradicionales arraigadas del país. Nosotros escuchamos las demandas que hay y nos reconvertimos para ofrecer productos que sean efectivos para toda la sociedad", dijo Mario Ruschin, presidente CAEFA y de Cadenaci Multicolor S.A.

Desde la CAEFA, aseguraron que la institución está trabajando en crear productos que tengan bajo impacto sonoro. "En los próximos días lanzamos una campaña de concientización por unos fuegos artificiales amigables, con todas las recomendaciones de uso", aseguró.

"Promovemos el uso de productos legales, que se sigan las instrucciones de uso, que sólo los utilicen los adultos y elegimos productos con un bajo impacto sonoro. Con más luces y menos ruido", dijo.

"Tenemos la esperanza que el año que viene, con la vacuna y los controles, se flexibilice un poco el tema y que se vuelva a producir este tipo de eventos", dijo Ruschin, y aseguró que el sector se está constantemente reconvirtiendo. Para él, va a haber una merma en el consumo este año y que las personas están comprando "kits más acotados", ya que habrá "más festejos, pero con menos gente".