Ya son muchas las empresas que utilizan algoritmos en los procesos de reclutamiento; pueden analizar candidatos incluso a través de su información pública
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Un alumno me escribió durante el verano y me preguntó: “Profesor, ¿cree que están cambiando las formas de entrevistar en las empresas?”. Y adjuntó a su pregunta un aviso de una multinacional española que decía: “No necesitamos tu CV, queremos conocerte…” (seguido de adjetivos innecesarios y otras pavadas).
Mi respuesta fue que evidentemente este aviso era management berreta, para llamarlo de alguna forma, pero la realidad es que las entrevistas y el acceso a la información sobre los candidatos estaba cambiando. De hecho, se está dando un cambio profundo.
Primero fue nuestra sobreexposición a las redes sociales que empezó con el boom de Facebook. Pero luego siguió con LinkedIn, Twitter, Instagram, Pinterest, TikTok y tantas otras. Y con el afán de ser influencers de la vida, abrimos las redes a todo el mundo para quedar desnudos frente a potenciales empleadores.
En LinkedIn somos prolijos, ponemos fotos corporativas, el logo de la empresa detrás y títulos rimbombantes que no significan nada, pero que quedan muy bien. En Twitter vomitamos todo lo que en LinkedIn no podemos decir, a veces siendo valientes con nombre y apellido real, pero otras veces con un avatar y siempre diciendo: “las opiniones son propias…”, cosa que a nadie le interesa.
Además de tener en cuenta lo que se publica en las redes, habrá que entrenarse para superar las primeras entrevistas hechas por una IA virtual, que medirá hasta la respiración y los tics nerviosos
En Instagram somos glamorosos, metemos filtros para que nos vean mejor, porque en la vida real somos espantosos, y es nuestro ratito Disney donde vivimos en una isla de fantasía y, si veraneamos en Claromecó, filtramos tanto que parece el Caribe. Somos felices con poco. Finalmente, TikTok se suele usar para poder enseñar lo que a nadie le interesa, pero hay que figurar.
Toda esta parafernalia, que nos hace re cancheros, nos expone hasta el infinito con futuros empleadores. Hice una prueba con mis propias redes sociales y un headhunter. Le pedí que evaluara mi perfil. Luego de hacer lo que hacen los selectores de talentos, es decir, mirar tu experiencia, pero también filtrar quién sos y qué decís en las redes sociales, su sentencia fue terminante: “Sos un hater, estás en el horno”.
Caja de Pandora
Y esto es para comenzar. La incorporación de la inteligencia artificial (IA), con algoritmos que son una Caja de Pandora para humanos comunes como usted o como yo, agrega un incentivo adicional para tratar de desaparecer de todos los lugares públicos.
En un artículo reciente publicado en LA NACION, la periodista especializada en innovación Martina Rua alerta sobre un nuevo chat de inteligencia artificial, el ChatGPT. Como dice la experta, esta tecnología mandó a hibernar al metaverso y a las criptomonedas. Y tengamos en cuenta que ChatGPT está en pañales. Hagan el ejercicio de postear en el chat sus CV y el algoritmo les da una lavada de cara y una claridad que nuestro cerebro definitivamente no tiene.
Tomemos ese resumen y lo metemos en Fliki (www.fliki.ai) y una voz divina de inteligencia artificial lo va relatando y, dependiendo de la música que le pongamos, nuestro CV participaría de un musical estilo Mary Poppins o en un dueto musical estilo Shakira y Bizarrap. Hay para todos los gustos.
Ya son muchas empresas que utilizan inteligencia artificial en los procesos de reclutamiento. Empresas internacionales como Entelo, Avrio, Engage Talent y Mya Systems, entre otras, ofrecen paquetes asombrosos donde esta tecnología hace todo el trabajo que antes hacía un reclutador profesional, pero con más precisión. Procesos de screening, chatbots, análisis del perfil del candidato (a través de la información provista por las redes sociales, por ejemplo) y el análisis semántico y de movimientos faciales son solo algunas de las innovaciones que los nuevos procesos de reclutamiento tienen para ofrecernos.
Entonces, además de tener en cuenta lo que publicamos en las redes sociales, vamos a tener que entrenarnos para poder superar las primeras entrevistas hechas por una inteligencia artificial virtual que nos va a estar midiendo hasta la respiración y los tics nerviosos, entre otras cuestiones.
Definitivamente el mercado laboral está cambiando. Hay tantos usos tecnológicos que podemos marearnos. Simplemente, les doy dos recomendaciones. En primer lugar, cuidado con lo que publicamos. Esto es clave para poder superar la primera prueba y no ser considerado un hater, como quien escribe esta nota. Segundo, y fundamental, ser genuinos. No hay inteligencia artificial que supere la honestidad profesional. Todavía no se inventó un algoritmo que sea mejor que nuestro propio sentido común.
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