Caos en Venecia por su primer Carnaval con acceso limitado para los turistas
ROMA.- Venecia, la bellísima ciudad de la laguna y de las góndolas, se apresta a celebrar su primer Carnaval con “número cerrado”, es decir, con cupos de acceso limitado a turistas. Pero el fin de semana pasado, que marcó el principio de las celebraciones de la tradicional época de disfraces y máscaras, estalló el caos.
Sólo hubo acceso para 11.000 afortunados y miles de personas quedaron excluídas de la fiesta. Y el nuevo sistema de acceso restringido se reveló un boomerang.
Nueve accesos vallados, deviaciones a la viabilidad principal y la presencia de azafatos dotatos de tabletas con cuentapersonas electrónicos, no evitaron el colapso. Demasiadas personas igual llegaron a la ciudad de los canales para asistir a diversos eventos, entre ellos, un circo al estilo felliniano sobre el agua, programado para las 18 y las 22 del sábado en Cannaregio.
A las cinco de la tarde de ese día, el techo de las 11.000 almas ya había sido alcanzado. Las vallas entonces se cerraron y comenzaron a formarse enormes colas humanas. Mientras adentro de la “zona roja” del show todo funcionaba a la perfección, en forma ordenada, afuera policías y personal de Protección Civil intentaban manejar, con muchísimas didficultades, el flujo de hordas de turistas. Muros de personas intentaban desplazarse en direcciones opuestas: algunos para alcanzar la estación ferroviaria y volver a casa, otros para intentar ver el segundo espectáculo de la noche.
Si bien el año pasado la comuna de Venecia anunció que iba a experimentar un sistema “cuenta personas” para proteger a una de las ciudades más lindas del mundo de virtuales “invasiones barbáricas”, la introducción del número cerrado fue implementado a raíz de una orden del Ministerio del Interior italiano. Este reaccionó con esta directiva después de los terribles incidentes del 3 de junio pasado en la plaza San Carlo de Turín, cuando una falsa alarma durante la final de la Champions League, que miles de personas se habían congregado a ver en pantallas gigantes, causó una estampida que dejó 1 muerto y 1526 heridos.
“No se puede pensar que el Carnaval es como un concierto de Vasco Rossi en Modena, e imponer de aplicar a la letra normas que sirven para eventos en espacios cerrados. Así termina que todo funciona adentro, pero se desata el caos afuera”, dijo Marco Agostini, comandante de la policía municipal veneciana.
Los venecianos, que desde hace año protestan en contra del turismo masivo -que atrae a cerca de 30 millones de visitantes por año-, estaban furiosos por el caos del sábado pasado. Muchos se vieron obligados a mostrar su documento de identidad para sortear los vallados e intentar volver a casa, en medio de la confusión.
“Sí, hubo confusión en Cannaregio, es verdad. Pero todavía tenemos que experimentar cómo manejar los flujos, cómo funciona el número cerrado y ya veremos cómo termina todo esto”, dijo a La Nación Fiorella Borsetto, dueña de uno de los cientos de Bed & Breakfaste de la ciudad, que no ocultó su temor a que al final todo repercuta en su actividad.
Si bien el domingo –cuando tuvo lugar la tradicional regata de las máscaras a lo largo del Canal Grande-, las cosas no fueron tan desordenadas como el sábado, ahora la comuna y la prefectura se preparan para que los flujos fluyan ordenadamente el domingo que viene. Entonces tendrá lugar la tradicional ceremonia del “Vuelo del Ángel”, que abre oficialmente el Carnaval, en la mítica Plaza San Marcos.
Por lo pronto, ya se sabe que será permitido un acceso máximo de 20 mil personas para este evento, durante el cual se da un impactante “vuelo” desde el campanario de la Basílica de San Marcos, hasta el Palacio Ducal, acrobacia que se remonta al siglo XVI. Además, “para desincentivar el turismo toco y me voy”, que llega en auto o en tren desde lejos, la ceremonia tendrá lugar una hora antes que lo habitual: a las 11 de la mañana, en lugar de las 12. Por otro lado, para alivianar la presión sobre la célebre Plaza San Marcos, habrá otros eventos a lo largo de la ciudad, para tratar de distribuir a los turistas en forma uniforme.
“Estamos trabajando desde hace semanas para la seguridad. El problema es que todo el mundo quiere venir a Venecia para el Carnaval, aunque haya dificultades”, comentó Carlo Boffi, jefe de la prefectura de la ciudad. “La capacidad de la plaza San Marcos será significativa”, agregó. En este primer Carnaval veneciano “con número cerrado”, de todos modos, ya se sabe que habrá mucha menos gente que en años pasados, cuando un promedio de 70.000 personas solía admirar el “vuelo del ángel", sin la existencia de cupos ni "números cerrados".
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