El Pentágono resucita la Segunda Flota para hacer frente a la amenaza de Rusia
WASHINGTON.- Rescatada del olvido luego de una larga ausencia, el Pentágono ordenó reactivar la Segunda Flota, la poderosa fuerza naval con que la Marina norteamericana surcaba el Atlántico Norte durante la Guerra Fría, en una nueva señal en la escalada de tensión de Occidente con Rusia .
La decisión se enmarca en las inquietudes de Europa y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza militar que nació y creció durante la Guerra Fría, sobre el aumento de la presencia militar y las patrullas rusas, que recalentaron la región y la volvieron a poner en el radar de posibles conflictos.
Su misión será supervisar la acción de buques, aviones y fuerzas de desembarco en la costa este de Estados Unidos y en el Atlántico Norte, así como conducir el entrenamiento de distintas fuerzas y coordinar operaciones militares en la vasta región que se enmarca en su mando.
"Estamos de vuelta en una era de competencia entre las principales potencias, mientras el ambiente de seguridad se hace más desafiante y complejo", dijo el almirante John Richardson, jefe de operaciones de la Armada norteamericana, al hacer el anuncio desde el buque de guerra George H. W. Bush , en Norfolk, Virgina, donde funciona una gran base naval que será el cuartel de la flota.
"Es por eso que contamos hoy con la Segunda Flota para enfrentar estos desafíos, especialmente en el Atlántico Norte", agregó el oficial.
La Segunda Flota, una fuerza en su momento descollante y en la actualidad casi extinguida en el cambiante arsenal norteamericano, quedó fuera de operaciones desde 2011, con un personal simbólico de 15 personas. Con el llamado a las armas, la dotación de efectivos subirá a 250.
Cuando el secretario de Defensa norteamericano, Jim Mattis, anunció en enero pasado la nueva estrategia de defensa nacional, denunció las "crecientes amenazas" de China y Rusia, a las que acusó de "querer crear un nuevo mundo de acuerdo con su modelo autoritario".
En los últimos meses, los aliados occidentales refirieron constantes intrusiones de bombarderos estratégicos y submarinos nucleares rusos, cerca de la costa de los países bálticos, el Atlántico Norte y el Ártico, mientras Moscú trabaja en forma constante para modernizar sus distintos dispositivos nucleares.
Desde su llegada a la Casa Blanca el año pasado, e incluso desde sus días como candidato, el presidente Donald Trump intentó construir una relación mucho más sólida con Moscú de la que tenía Barack Obama, que se enfrentó a Rusia en cuestiones clave como la guerra en Siria, la injerencia en Ucrania y la anexión de la Península de Crimea.
Pero las relaciones se deterioraron en medio de crecientes disidencias entre los dos gobiernos. Primero fue la confirmación de la intervención rusa en las elecciones de 2016, seguido del envenenamiento de un exagente de inteligencia en una localidad inglesa, y del respaldo incondicional del Kremlin al régimen sirio de Bashar al-Assad, incluso después de haber lanzado un ataque con armas químicas.
La OTAN tendrá también dos nuevos comandos de fuerzas conjuntas específicamente para la nueva zona en alerta, uno en Alemania y el otro en la base naval de Norfolk.
Seis décadas de operativos
La Segunda Flota de EE.UU. cubría una extensión de 17.000.000 km2
Misión
La Segunda Flota de la Armada de Estados Unidos entró en operaciones en 1950 en el marco de la naciente Guerra Fría y continuó operativa hasta 2011, cuando ya su función original de contención a la marina soviética había concluido diez años antes. Cubría un área de 17.000.000 km2, desde el Caribe y la costa este de Estados Unidos hasta el Ártico y la mitad del Atlántico
Crisis de los misiles
Antes de su pase a retiro en 2011, la Segunda Flota comprendía cerca de 126 barcos y 4500 aviones. Entre sus operaciones estuvo la cuarentena naval durante la crisis de los misiles de Cuba, en octubre de 1961, que tuvo en vilo al mundo. Durante más de un mes, las unidades de la flota actuaron al nordeste de la isla, al interceptar e inspeccionar docenas de buques extranjeros
Metamorfosis
También tuvo a su cargo la invasión de la isla caribeña de Granada, en 1983, durante el gobierno de Ronald Reagan. Tras el final de la Guerra Fría, sus operaciones tomaron además una vertiente humanitaria, como sucedió con el terremoto de 2010 en Haití, cuando el comando despachó 17 barcos, 48 helicópteros, 12 aviones y 10.000 efectivos para ayudar en la emergencia
Agencias AFP, ANSA y Reuters
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