Merkel, enojada con los "vagos" de la UE

BERLIN.- A medida que crece el debate sobre un nuevo rescate multimillonario para Grecia, la canciller alemana, Angela Merkel, aumenta su encono con los países del sur de la Unión Europea, a los que acusa de no esforzarse lo suficiente para hacerse acreedores de la ayuda financiera.

De hecho, hace apenas unos días pidió que se armonizaran en Europa las edades laborales y los días de vacaciones, en particular por parte de Grecia, España y Portugal. Sus declaraciones causaron una gran polémica en Europa, sobre todo porque los números demuestran que está equivocada.

"No podemos tener una divisa [común] y que unos tengan muchas vacaciones y otros, muy pocas. A la larga, esto no funciona", dijo Merkel en un acto de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), que preside, en la localidad de Meschede. La canciller fue más allá y se dirigió explícitamente a los países que algunos llaman aquí despectivamente los "vagos de Europa".

"En países como Grecia, España o Portugal no se pueden producir jubilaciones antes que en Alemania", agregó Merkel. Y añadió que se trata de que "todos se esfuercen un poco, de igual manera".

"No podemos ser simplemente solidarios y decir que esos países pueden seguir actuando como hasta ahora. Sí, Alemania ayuda, pero Alemania sólo ayuda si los demás se esfuerzan. Y eso hay que demostrarlo", sostuvo.

Fue una alusión a un estereotipo que existe en Alemania sobre los países del sur de Europa, en los que, según algunos creen aquí, hay poco trabajo, mucho sol y muchas vacaciones. Lo que es nuevo es que una persona tan moderada como Merkel haya cedido a este argumento, fogoneado hace un año por la prensa sensacionalista, justo cuando Alemania aportó 32.000 millones de dólares para el primer rescate a Grecia.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a los países industrializados, ha estimado que en Grecia los hombres y las mujeres se retiran en promedio a los 61,9 años, mientras que en Alemania, a los 61,8, es decir, muy poco antes.

El dato es más sorprendente aún si se compara la situación de Alemania con la de Portugal (país que recibirá ayuda de la UE): aquí, el límite de la edad laboral está fijado en los 65 años, tanto para hombres como para mujeres. Sin embargo, en la práctica, los portugueses dejan de trabajar en promedio mucho más tarde que los alemanes; en concreto, las mujeres, a los 63,6 años y los hombres, a los 67 años. Tampoco para España valen las declaraciones de Merkel, porque en este país se deja de trabajar en promedio a los 61,8 años, al igual que en Alemania.

Ni siquiera en lo que tiene que ver con las vacaciones mínimas establecidas por ley Alemania puede decir que los países del sur de Europa trabajan menos. Siempre según datos de la OCDE, los trabajadores alemanes tienen derecho a 24 días de vacaciones al año, mientras que los españoles y los portugueses tienen 22, y los griegos 23. Es decir, menos.

El líder de la oposición Sigmar Gabriel, del Partido Social Demócrata Alemán (SPD), tachó de "populistas" las palabras de la canciller y dijo que fomentan "resentimientos en Europa". Por su parte, el premier de Portugal, José Sócrates, dijo que no está de acuerdo con que su país deba adoptar medidas en esas cuestiones y subrayó que ya hizo las reformas necesarias hace cuatro años.

Sin embargo, según algunos analistas alemanes, es probable que la canciller esté preparando el terreno para la aprobación de la extensión de la edad laboral de los hombres a 67 a 69 años, recomendada por una comisión interna del gobierno.

Por Laura Lucchini <br/> Para LA NACION

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