Onyx Lorenzoni: "Bolsonaro va a abrir un nuevo camino para América Latina"
El potencial jefe de Gabinete del líder ultraderechista sostiene que si llegan al poder combatirán la corrupción con el ejemplo
Principal articulador político de Jair Bolsonaro, el diputado Onyx Lorenzoni confía en que el líder ultranacionalista brasileño derrotará a su rival de izquierda, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), en el ballottage del próximo 28 y en que su llegada al poder tendrá un fuerte impacto en toda América Latina.
"Bolsonaro va a abrir un nuevo camino para América Latina; un camino que va a cambiar las relaciones políticas entre los gobiernos y sus sociedades, porque introducirá elementos de respeto, principios y valores, y permitirá que Brasil, al recuperar su capacidad de crecimiento, estimule a toda la región. Queremos una América Latina que vuelva a crecer y a darnos orgullo", señaló Lorenzoni en una entrevista exclusiva con LA NACION.
Seguro de su victoria, la semana pasada Bolsonaro hizo las primeras designaciones de facto de su gobierno: Lorenzoni será su jefe de Gabinete, el neoliberal Paulo Guedes actuará como un superpoderoso ministro de Economía y el respetado general Augusto Heleno estará a cargo de Defensa. Fueron guiños estratégicos al Congreso, a los mercados y a los militares.
Originario de Porto Alegre, Lorenzoni, un veterinario y empresario luterano de 64 años, pertenece al derechista partido Demócratas (DEM); actualmente cumple su cuarto mandato como diputado por Rio Grande do Sul, desde 2003, y es miembro del influyente Frente Parlamentario Evangélico.
-El programa de gobierno de Bolsonaro no menciona el Mercosur. ¿Qué relación tendrá con el bloque regional y con la Argentina?
-La Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, son países hermanos; no podemos pensar el desarrollo de nuestra región sin darnos las manos entre todos. Claro que cada país cuidará sus intereses. Que eventualmente se establezcan relaciones bilaterales de comercio con otras naciones es algo saludable. Pero siempre que se trate de cuestiones continentales tenemos que apoyarnos unos a otros. Eso no quiere decir que la Argentina no pueda conversar con Australia o que Brasil no lo haga con Corea del Sur.
-¿Cuáles cree que son las causas del auge de Bolsonaro?
-Bolsonaro lleva tres años y medio viajando por todo Brasil, hablando de principios y valores: familia, respeto a la propiedad, derecho a la legítima defensa, libertad, mérito, un gobierno decente y patriotismo. Recuperó para el brasileño la esperanza de tener un gobierno decente, que sirva al país y no se sirva de él.
-La campaña tiene como banderas principales el combate de la corrupción, la seguridad pública y el crecimiento de la economía. ¿Cuáles serán las medidas concretas que tomarán en estos tres temas claves?
-Las medidas las vamos a anunciar a partir del 1º de enero. Pero la prioridad número uno es recuperar la posibilidad de que los brasileños puedan caminar por las calles sin miedo. El combate de la corrupción se hará con el ejemplo, profundizando la transparencia del gobierno y respetando el equilibrio fiscal. En el área económica, contamos con Guedes, que seguirá una línea conservadora liberal y que es una garantía de que tendremos un Estado pequeño, austero y eficaz.
-En todo el mundo se teme el papel que tendrán los militares en un eventual gobierno de Bolsonaro. ¿Los militares controlarán al presidente o el mandatario controlará a los militares?
-Bolsonaro fue más tiempo diputado que militar: 27 años contra 17. La primera palabra de nuestro programa es que será un gobierno "constitucional", lo que determina claramente que no habrá ningún cambio profundo en nuestra Constitución. Decir que los militares controlarán el gobierno es una exageración difundida por la izquierda. No se buscará convocar una asamblea constituyente; es el PT el que quiere eso, como ya hicieron los bolivarianos, que destrozaron Venezuela.
-Muchas de las propuestas de Bolsonaro recuerdan las promesas que hacía Fernando Collor de Mello en 1989, quien se presentaba como salvador de la patria?
-Nada de eso. Collor de Mello era un aventurero, inescrupuloso y ladrón. No tiene nada que ver con nuestro "capitán".
-Existe gran preocupación sobre los posibles retrocesos en la protección del medio ambiente para favorecer el agronegocio. ¿Qué diría para traer tranquilidad?
-Brasil va a cuidar de su medio ambiente como ningún otro país; es más, quien más protege la selva de la Amazonia de todos los países amazónicos es Brasil. Eso va a continuar, pero con autonomía e independencia. Quienes van a mandar en la Amazonia brasileña serán los brasileños, no alguna ONG internacional como sucede hoy. Las ONG internacionales que actúan bajo el manto de proteger el medio ambiente en verdad quieren retirar la capacidad de competitividad en la producción de soja, trigo, carne o cualquier otro producto que sea una commodity mundial.
-La última semana hubo varias agresiones de simpatizantes de Bolsonaro contra votantes de izquierda. ¿Qué tipo de garantías ofrecerá un eventual gobierno suyo para que las minorías no se sientan perseguidas?
-No se comprobó que esas agresiones hayan tenido una motivación política. En Brasil no existen ciudadanos de segunda clase. Quien fue categorizando y dividiendo a los brasileños fue el PT. La mayor riqueza de Brasil es la diversidad. En nuestras manifestaciones, millones de personas fueron a las calles sin agresiones, sin disturbios.
-En un acto, Bolsonaro dijo que pretende "fusilar" a todos los petistas. ¿Eso no es llamar a la violencia?
-¡Esas son bromas! Son cosas sacadas de contexto y exageradas por la prensa comprometida con la izquierda.
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