Tras el crimen del fiscal antidrogas, conmociona a Paraguay el ataque a balazos a un intendente: su estado es “irreversible”

ASUNCIÓN.- José Carlos Acevedo, el intendente de Pedro Juan Caballero, ciudad en la frontera de Paraguay con Ponta Porã (Brasil) agoniza este miércoles un día después de ser atacado a balazos, informaron fuentes médicas.

Acevedo fue atacado por tres sicarios cuando abandonaba la sede municipal, según un informe de la policía.

Perteneciente al opositor partido Liberal, el político fue derivado a un hospital privado donde convalecía en estado crítico. “Su cuadro es irreversible”, admitió en su último informe la tarde del miércoles el médico David Peña, que señaló fallas multiorgánicas. Y añadió que lo que médicamente se podía hacer, ya se hizo. “Él se está apagando”, lamentó.

Ronald Acevedo, el gobernador del departamento de Amambay, cuya capital es Caballero, dijo que su hermano fue interceptado por tres hombres armados en la vía pública, fuera de la institución.

El presidente “Mario Abdo Benítez es el único responsable de todo lo que está ocurriendo en la ciudad”, dijo Ronald Acevedo a periodistas al acusar al mandatario por la inseguridad.

El gobernador perdió a su hija de 21 años en otro atentado ocurrido el 15 de octubre de 2021, en el que murieron tres personas más cuando salían de una discoteca.

Otro hermano, Roberto Acevedo, quien se desempeñó como Presidente del Congreso de Paraguay en 2016, se había salvado de otro ataque en 2010, en un suceso en el que murieron dos guardaespaldas.

Según las estadísticas policiales, en la frontera seca, en el radio de las dos ciudades fronterizas se registra un promedio de 150 asesinatos por año por asuntos relacionados con el crimen organizado.

Consultado sobre cuál sería el móvil del ataque, el gobernador dijo: “Es porque hacemos bien nuestro trabajo, como le pasó al fiscal Marcelo Pecci”. Se refería al funcionario del Ministerio Público asesinado el martes de la semana pasada en Cartagena de Indias, Colombia, cuando disfrutaba de su luna de miel, cuyo crimen se sospecha de una de las poderosas bandas que operan en Brasil, el Primeiro Comando Capital (PCC).

Agencia AFP