Arenga imperdible
Un enemigo del pueblo / De: Henrik Ibsen/ Dirección: Thomas Ostermeier/ Sala: Martín Coronado/ Duración: 150 minutos.
Probablemente no sea la mejor obra de Ibsen, pero sí una de las más eficaces. Demagógica y romántica como pocas, la figura del noble y honesto Dr. Stockmann es elevada a niveles inverosímiles para un mundo en crisis. Y esa parece haber sido fundamentalmente la propuesta de Ostermeier: tomar un texto clásico, actualizarlo con el ritmo, el uso de la música y la baja en la edad de los personajes, y, finalmente, mofarse de él y de su ideología vectora. Stockmann está aquí cuestionado, convertido en un personaje torpe hasta el extremo. Los chistes algo tontos que acompañan a la puesta colaboran para evidenciar la perspectiva del director. Pese a ello, el momento de la arenga política (en donde usa La insurrección que viene , del Comité Invisible como claro vínculo con el movimiento de los Indignados) sigue funcionando y la platea se toma en serio la posibilidad de creer en uno de los dos antagonistas. Ostermeier, seguidor de una línea filosófica más contemporánea (de Michel Foucault a Giorgio Agamben), parece ubicarse en el terreno de la post y de la biopolítica, entendiendo que el mundo consiste en algo más que en el enfrentamiento del amigo con el enemigo. La verdad (la del mundo y la del texto) es la que será derribada a lo largo de este imperdible espectáculo de la Schaubühne.






