Netflix: En La cita perfecta, el dinero no hace la felicidad, pero la acerca

The Perfect Date (EE.UU/2019).Director: Chris Nelson. Guion: Steve Bloom, Randall Green. Elenco: Noah Centineo, Laura Marano, Matt Walsh, Odiseas Georgiadis. Duración: 89 minutos. Disponible en Netflix. Nuestra opinión: buena.

En La cita perfecta, la búsqueda de la identidad se mezcla con el romance y las vicisitudes de poder ir a una buena universidad para asegurarse un futuro próspero (una inquietud especialmente fuerte en la sociedad norteamericana). Todas estas cuestiones fueron tratadas por muchas películas dedicadas a la adolescencia, desde los films de los 80 hasta los del nuevo siglo como Mean Girls. Un resurgimiento de este tipo de películas se está produciendo en Netflix , títulos que traen algunas novedades propias de la época, mientras que mantienen ciertas características de la fórmula que viene funcionando desde hace años.

Brooks Rattigan (interpretado por la nueva estrella de la comedia romántica adolescente Noah Centineo ) es un chico que sueña con ir a Yale, aunque no sabe muy bien para qué y no tiene el dinero suficiente para hacerlo. Hasta que se le presenta la oportunidad de acompañar a Celia (Laura Marano), la prima de un compañero de colegio a un baile, a cambio de dinero. Con la ayuda de su amigo arma una aplicación en la que se ofrece como "la cita perfecta", una compañía para cualquier evento en el que Brooks simulará ser lo que la mujer que lo contrate quiera que sea. Así, el acompañante irá probando distintas personalidades mientras ahorra dinero para la universidad. Claro que todo se complica cuando la amistad con Celia amenaza con convertirse en algo más.

Como sucedía en La chica de rosa o Novia se alquila, clásicos de la época de oro del género coming of age durante los años 80, el dinero ocupa un lugar central en la historia. Pero si para los protagonistas de aquellas películas no ser rico era un problema porque los apartaba de los "chicos populares", en La cita perfecta la dificultad de ser pobre radica en la imposibilidad de lograr un título universitario. La resolución de esta cuestión resulta más lógica y menos apegada a la idea de que el éxito sólo puede ser conseguido con dinero.

Este cambio (y otros que tienen que ver con la diversidad de los personajes) le dan nuevos aires a una película que sigue bastante al pie de la letra la fórmula del subgénero. Otro acierto es que los personajes no se ciñen a los estereotipos: nadie está definido por un sólo rasgo sino que tienen una complejidad más cercana a la de las personas reales.

Aunque los mensajes que quiere comunicar son bastante obvios y el desarrollo de la trama es predecible, esos pequeños retoques y el carisma del elenco hacen de La cita perfecta un encantador ejemplo de cómo continuar esta tradición cinematográfica en los tiempos del streaming.