
Con gusto a Supertramp
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Presentación de la Solo Tramp Tour, con Roger Hodgson, en voz, guitarra y piano; Rich Stanmyre, en bajo y coros, y Jeff Phillips, en batería. El viernes 4 y sábado 5, en el teatro Coliseo, Marcelo T. de Alvear al 1200.
Nuestra opinión: bueno
Poco importó la hora de demora para comenzar el show: el lleno que mostraba el Coliseo era un indicador indudable del interés que Roger Hodgson, cofundador y voz de Supertramp, despertó en esta ciudad. Interés que determinó que se agregaran dos funciones más, una el viernes, la otra el sábado, donde el cantante donó lo recaudado para los sobrivientes del huracán Mitch, en Honduras.
Supertramp, formada en 1969 y disuelta a mediados de los 80, vendió más de 50 millones de álbumes en el mundo. Ahora bien, Hodgson, siendo la voz de esta banda, puede usufructuar con total legitimidad tamaño éxito y armar un show donde presente hits, de igual manera que hicieron los remozados Creedence.
Este cantante, guitarrista y pianista se presentó junto a un sobrio dúo, integrado por Rich Stanmyre, en bajo, y Jeff Phillips, en batería. Sale al escenario con la guitarra ya colgada y "The meaning" en su voz. El auditorio lo recibe como un héroe.
Con el público en el bolsillo
Desde el vamos, Hodgson está dispuesto a "meterse al público en el bolsillo", y ciertamente, lo logra ya con el segundo tema, "Take the Long Way"; con su voz intacta y ese fraseo altísimo que lo distinguió consigue darle al público un nuevo Supertramp.
Seguirán otros hits, como "In Jeopardy", "Lovers in the Wind" y "Do You Want to Get High", que dejan bien en claro la intención de agradar antes que de mostrar su nuevo material, una suerte de puesta al día con la Argentina.
Su forma de interpretación, tanto en el piano como en la guitarra, es idéntica. Sabemos que el piano cuenta con mayores posibilidades melódicas que su amiga de seis cuerdas. Toca acordes poniendo el acento en las notas más agudas de éste. Tanto en la guitarra como en el piano.
Hodges es como un alquimista que descubrió la forma del éxito musical y dejó de investigar. Llegó hasta ahí y ya no se arriesgó. Ni siquiera cambió una sola de las inflexiones de su voz de aquellos años o trató de incluir algún noventista arreglo a su música. Su voz, claro, le permite llegar a agudos bien difíciles; tararea allá arriba con soltura. No es fácil llevar adelante un par de docenas de canciones tan exigentes en lo vocal, y lo hace con sencillez.
Seguirán "Sister Moonshine", "Hide in Yourself" y de pronto se juega y adelanta un tema, "Death and A Zoo", de su próximo álbum, en la cual de aquellos casi trinos se lanzará a un canto desgarrador de bestia herida. "Dreamer", "Don´t Leave Me No" , "School", "It´s Raining Again", "The Logical Song" y para cerrar, "Give a Little Bit" y "Fool´s Overture", es decir, dejó a su afectuoso público extasiado, sin comprender, quizá, por qué no vino antes.




