
El Tarzán más torpe
La Nación habló con los protagonistas de "George de la selva", un film que se toma en broma a los héroes de la jungla y se estrena esta semana.
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NUEVA YORK.- Si Tarzán la viera, seguramente, se daría la cabeza contra la pared. El "George de la selva" que llegará al cine es tan pero tan torpe que ya viene con un incorporado grito de alerta y una música de timbales que lo hizo y lo hará aún más famoso. Es que quienes lo miran balancearse entre las lianas, le avisan: "¡¡Cuidado con el árbooool!!". Pero no. Igual, la torpeza se hace camino al andar, atravesando árboles con su propio cuerpo.
En realidad, este personaje que es una especie de hombre-mono nacido en una jungla que deja su huella en los árboles fue un producto de la televisión animada en 1967 y luego se convirtió en un clásico. Por aquellos años, Jay Ward, su creador, se preguntó qué pasaría si un personaje como Tarzán se pegara contra todo y no pudiera trasladarse más que a golpes por la jungla a través de las lianas. Se rió a gusto del ridículo y así creó el cartoon.
Claro que en el dibujito animado el mandibulón George no era tan buen mozo como el que ahora interpreta el actor norteamericano rubio melenudo y musculoso, Brendan Fraser, para este nuevo producto de la Disney, dirigido por Sam Weisman. De todos modos, el George de ahora sigue envasando toda la parodia de los antihéroes como también lo hacían en aquellos años otros famosos dibujitos compañeros de pantalla como "Super Pollo" o "Batfink" (ese murciélago que cuando le disparaban decía: "Tus balas no pueden hacerme daño porque mis alas son como un escudo de acero").
Humores grandes y chicos
Antes de lanzarse a filmar la película, su productor, David Hoberman, realizó los estudios de marketing de rutina para saber qué conocimientos tenía el público norteamericano acerca de este personaje animado. "Más allá de los adultos que crecieron con esta serie descubrimos que el 70 por ciento de los chicos menores de 15 años ya estaban familiarizados con el personaje", dijo a La Nación el productor de las exitosas "Buenos días Vietnam", "Mujer Bonita", "¿Quién engañó a Roger Rabbit?", y "Querida, encogí a los niños", entre otras.
En la première que se realizó en Nueva York, el público en su mayoría chicos acompañados de grandes reían a carcajadas, festejaban al héroe, abucheaban al villano, y por poco tiraban su pop corn por el aire.
Lo más curioso es que no reían ante los mismos gags. "Es que el desafío era conseguir justamente eso argumentó Hoberman: un humor más sutil para los adultos y un humor visual y más físico para los más chicos. Por ejemplo, con el mono que habla, los chicos se ríen porque el mono habla, mientras que los adultos por lo que dice."
Su director, Sam Weisman quien se destacó más en la dirección de series de Tv, entre ellas "Moolighting" está totalmente orgulloso con el resultado de "George de la selva". Y la primera señal la recibió nada menos que de Jennifer Ward, la hija del creador del cartoon. "Fue a todas las funciones privadas. Un día, al terminar, la vimos llorando. Enseguida pensamos "odia la película, ¡qué mal!. Entonces, uno de los productores le preguntó qué pensaba y ella dijo: "Mi papá hubiera estado orgulloso. Entonces ahí supe que el cartoon estaba funcionando en la película."
La película costó "unos 55 millones de dólares, el presupuesto de cualquier película taquillera de verano", aclaró tranquilo su productor quien contó que el primer obstáculo fue encontrar la jungla adecuada. táculo fue encontrar la jungla adecuada. Buscaron por Australia y Costa Rica hasta que llegaron a Hawaii. Y luego descubrieron un lugar insólito para las escenas interiores de la jungla: la planta Hughes Aircraft, en Playa del Rey, California, ubicada en una zona pantanosa entre Los Angeles y el mar. Curiosamente, allí también se filmaron escenas de "Día de la independencia".
"El siguiente obstáculo fue combinar esas locaciones con el diseño de un set gigante y resistente para soportar una colección de fieras comandada por un elefante de ocho toneladas", explicó el director, Sam Weisman. Es que el gran atractivo de la película son los animales y los robots animados.
Gran parte de la película gira alrededor de la casa del árbol, que tiene todo los elementos de esas viviendas que se imaginan en la infancia. Fue construida por más de cien artesanos. Primero de madera y luego cubierto con concreto. A eso se sumaron tres toneladas de acero y media de yeso. Luego plantaron más de 5000 especies de más de 50 variedades. En los alrededores construyeron una caída de agua, arenas movedizas y un área para safaris.
Propietario de su jungla
La película muestra a la joven Ursula (Leslie Mann) en medio de un safari por Africa para reflexionar sobre su próximo compromiso con el snob Lyle Van de Groot (Thomas Haden Church). Al ser rescatada por George de un león gruñón, Ursula decide quedarse en la jungla y romper su compromiso. En eso, Lyle contrata a dos criminales para cazar a una especie de simio muy valioso y controlar los movimientos de la jungla. Y así surge la persecución, enredada con el humor y el amor.
El actor Brendan Fraser apareció en la entrevista con el pelo casi rapado. Habla despacio y se acelera para hacer bromas relacionadas con el personaje que protagonizó.
Contó que tuvo que hacer "una dieta alta en proteínas y baja en calorías, y seguir una rutina de un atleta durante 8 meses porque tenía que conseguir el físico de un muchacho que estuviera todo el día hamacándose en lianas, estrellándose contra los árboles, y recuperándose como si nada hubiera ocurrido", aclaró.
Nativo de Seattle, es uno de los actores más destacados de su generación que ya ha probado con éxito la TV, el teatro y el cine. En la pantalla grande se destacó por su papel junto a Joe Pesci en la película "Con honores".
Fraser se declaró un fan del dibujito animado "George of the jungle". "Me encantaba. Sé que fueron producidos en 17 episodios entre 1967 y 1971. Y también me encantaba Super Pollo. Duraban 11 minutos pero lo aprovechaban al máximo. Yo no sé si las sutilezas de aquel estilo de humor se utilizan en los programas actuales. Tenían una irreverencia...".
También la ternura
Más allá de las condiciones físicas, Fraser tuvo claro que "iba a necesitar mucha ternura para transformar el personaje del cartoon al ser humano. Si yo hubiese encarado este personaje con cualquier clase de miedo o dudas no hubiera salido bien -aseguró seriamente-. George es un bufón que hace reír hasta los monos. Pero él no lo sabe. Cuando le dice a Ursula que no conoce el significado de la palabra vergüenza es eso realmente lo que quiere decir".
-¿Cómo aprendió a balancearse entre las lianas?
-Aprendí con una compañía de efectos aéreos que ponía un cable en cualquier lado y me hacían transportarme por todos lados con total seguridad. Yo me divertía muchísimo y en algún punto fue un desafío: nunca había saltado de una casa a un árbol (risas). Pero te aseguro que se cayó más el personaje para la película que yo en el set.
-Igual utilizaron dobles de riesgo...
-Sí. Un trapecista de circo sudafricano, Joey Preston, me dobló en una de las escenas más complicadas.
-Como balancearse en lo alto del Bay Bridge de San Francisco...
-Sí, esa escena al final de la película fue impresionante. Sé que tuvieron que pedir autorizaciones al alcalde para poder hacerlo. Y lo más curioso fue que nosotros estábamos filmando una película, pero había cámaras de televisión desde un helicóptero que cubrían el hecho como una noticia real.
-¿Menos complicada fue tu relación con tantos animales en el set?
-En algunos momentos, trabajar con animales me pareció un poco inseguro. Varias veces me mordieron y arañaron. Pero yo entendí que si día tras día no terminaba un poco golpeado no estaba haciendo bien mi trabajo. Recuerdo que tuve una especie de lucha libre con uno de los monos.
-¿Y quién ganó?
-Yo diría que fue un empate. Fuera de broma, hubo una escena en la que los cazadores se acercan a la cabaña y ven a George a través de binoculares. En eso le hice tackle al mono y se me tiró encima, pero enseguida vinieron a agarrarlo, de modo que ninguno resultó lastimado.
-El estar todo el tiempo con ellos, ¿no te ayudó a realizar mejor tu trabajo en lo corporal?
-Sí, totalmente. El mono, por ejemplo, fue una influencia poderosa para mi interpretación de George. Aprendí de él conductas simias muy análogas a las que representaban los intérpretes de simios.
La verdad, que lo voy a extrañar a George. Quedan pocos antihéroes tan héroes como él.
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