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La ronca entonación de Erykah Badu es uno de los sonidos más absorbentes de la música pop. Y ella es, también, una bohemia excéntrica del R&B, tal como lo demuestra una vez más en New Amerykah, Part Two: Return of the Ankh. Su último disco, New Amerykah, Part One: 4th World War (2008), era una salida electrónica de la calidez neosoul que la hizo famosa. Part Two revive el costado romántico de Badu, y en sus mejores momentos la coloca en un día soleado de 1972: en la hermosa "Window Seat", su voz increíblemente suave está inundada de teclados Fender Rhodes jazzeros y grooves funk-soul recortados.
El problema es que Badu parece tan metida en su textura brumosa –y tan decidida a jugarla de rara– que se olvidó de componer canciones hechas y derechas. Por eso, Part Two se vuelve más poderoso cuando Badu apuesta directamente a los sentimientos: en "Out My Mind, Just in Time (Part 1) (Undercover Over-Lover)", se da una vuelta por el cabaret, cantando una balada con el corazón. Esa angustia es la que le falta al disco.




