
Falleció la aplaudida Maureen Stapleton
Brilló en el cine, el teatro y la televisión
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LENOX, EE.UU. (AP).- La talentosa actriz y ganadora de un Oscar Maureen Stapleton, cuyo equilibrio como intérprete entre la vulnerabilidad sutil y la fortaleza le permitió lucirse en numerosos papeles destacados, dramáticos y cómicos, en el teatro, el cine y la TV, murió a los 80 años en esta ciudad de Massachussetts.
Fumadora empedernida, Satapleton falleció a causa de una enfermedad pulmonar crónica, según informó uno de sus hijos, Daniel Allentuck.
El momento cumbre de la carrera de Stapleton ocurrió en 1981, cuando ganó el Oscar a mejor actriz de reparto por su personificación de la escritora anarquista Emma Goldman en "Reds", el film dirigido y protagonizado por Warren Beatty. En su momento, Stapleton confesó que para preparar el papel intentó leer la autobiografía de Goldman, pero pronto se aburrió y abandonó la lectura.
Quince años después, Stapleton escribió su propia autobiografía, que tituló "Hell of a Life". Allí reconoció: "Hay muchos caminos que conducen a la buena actuación. A mí se me ha preguntado varias veces cuál es la clave y, en mi opinión, lo principal es mantener despierto al público".
Con "Reds" fue la única vez que Stapleton obtuvo un premio de la Academia, pero fue nominada al Oscar como mejor actriz de reparto en otras tres ocasiones: la primera por "Corazón sin destino" ("Lonelyhearts", 1958), su debut cinematográfico, y más tarde por "Aeropuerto" (1970) e "Interiores" (1978), de Woody Allen. También se adjudicó un Emmy -el equivalente del Oscar para la TV- en 1967 por "Among the Paths to Eden" y dos Tony, el más importante lauro teatral de Broadway: en "La rosa tatuada" y "The Gingerbread Lady".
Nacida en el seno de una familia católica de origen irlandés, Stapleton sobrellevó el alcoholismo de su padre hasta que decidió dejar su casa en Troy, Nueva York, luego de haberse graduado. Se mudó a Manhattan, donde estudió actuación primero en la escuela de Herbert Berghof y más tarde en el Actors Studio.
Sus problemas en la vida privada -tuvo dos matrimonios que concluyeron en fracaso y también debió afrontar problemas con la bebida- contrastaron con el éxito y el reconocimiento que supo ganarse como actriz. Además de los trabajos mencionados, quedarán en el recuerdo sus apariciones en "Plaza suite", junto a Walter Matthau, y en "Cocoon".






