El líder de Las Pelotas ilustra el número de abril; leé extractos de la entrevista y recorré la galería con fotos inéditas
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Para la nota de tapa del número de abril, Juan Morris, editor de RS, viajó a Córdoba a lo largo de tres meses para retratar la vida de Germán Daffunchio en Traslasierra, desenterrar su historia antes de Sumo y compartir la convivencia creativa de Las Pelotas en el estudio de Nono durante la etapa de composición de su nuevo disco, que saldrá en el segundo semestre del año. Una entrevista profunda en la que Daffunchio habla de su infancia, de la temporada en el servicio militar en la que le tocó ser chofer de Galtieri, el año que pasó en medio del mar embarcado como marinero, los primeros tiempos en Nono con Luca, su relación con la muerte, su pasión por el golf y la vida de un tipo concentrado en sus emociones. Acá, algunas de las declaraciones de Daffunchio en la entrevista.
"Para que haya inspiración tiene que haber mucha unión. En nuestro caso, la convivencia y el compartir es muy importante. Esa fue nuestra filosofía desde siempre. Es algo que aprendí en Sumo: las mejores cosas venían por comunión espiritual".
"La primera vez que vi a Luca fue en lo de Timmy McKern en Hurlingham. Me acuerdo de entrar en la casa y ver la imagen de Luca en un pasillo… y era un cachivache. Una cosa intratable. Irradiaba un me chupa todo un huevo tanto, un desgano, una mala onda. Te ignoraba. Y después el loco se sentaba en un rincón con la guitarra y cantaba. Todavía no estaba rapado, pero tenía una calvicie pronunciada. Estaba en un bajón de heroína tremendo".
"El primer tema que canté fue ‘Senderos’. Me acuerdo que estaba con Tomás y le dije que se fuera del estudio porque me daba una vergüenza total. Y después, cuando me quedé solo, lo asumí porque lo tenía que hacer".
"Me gusta toda la parte espiritual y mental del golf, es un enfrentamiento constante contra mí mismo que me encanta. En el golf tenés que aquietar la mente, tenés que sentir el chi, tu ser interno. Tu ser mental es el que te crea los miedos, las ansiedades, y tenés que tratar de anular eso. Y cuando aprendés a dominarlo, te ayuda en tu vida cotidiana. Eso después lo he volcado en mi ansiedad previa a los shows y ante el tener que enfrentarme a la gente"
"Siento que todo lo que hice en mi vida traté de hacerlo lo mejor posible y que hice lo que pude hacer. Fui consecuente con las cosas que creía. Eso me deja muy tranquilo con respecto a mí. Me ha pasado de todo en la vida. Pero la quiero, estoy bien. Tengo una gran vida. No tengo rencor ante las cosas que me pasaron. De hecho, aprendés de todo. Aunque te rompa los huevos aprendés, boludo. Después de tantos años, puedo decirte que de la muerte de Luca aprendí qué razón tuve cuando creía que es importante darles afecto a los hijos. Porque es muy triste pensar a la edad en la que murió, lo joven que era y cómo ya había perdido toda esperanza de existencia, de sentido de algo".
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