“Yo estaba nominado para el Grammy al Productor del Año, pero como no hago lobby, no gané.”
Gustavo santaolalla estuvo en Buenos Aires. No vino de visita sino por trabajo. Mucho trabajo. "Fui primero al Uruguay, a la presentación oficial de Bichos y flores, el nuevo disco de La Vela Puerca. Me quedé unos días y me fui a Río de Janeiro, al Free Jazz Festival, donde tocó Orishas, el grupo cubano de hip-hop sonero [artista de Surco, su sello discográfico] que resultó ser casi la revelación del festival. Y después me vine para Buenos Aires a apoyar la salida del disco de Erica [García, Amorama] y a trabajar en el álbum de La Zurda, el grupo que ganó el concurso La Resistencia. Además, estuve laburando en la producción del disco en vivo que Bersuit grabó en el estadio Obras." Pufff. Y eso no es todo. Con Santaolalla ocurre algo curioso: la pregunta más elemental pude deparar la respuesta más extensa de la entrevista. El exitoso productor argentino radicado en Los Angeles está, como casi siempre, en decenas de proyectos a la vez. La pregunta elemental había sido:
¿En qué andás?
... y también estoy trabajando en Vibra, una división de Surco, un sello de música electrónica. Estamos empezando con un proyecto que se llama Bajo Fondo, experimentaciones de tango con hip-hop, drum-and-bass, jungle, house, dub, distintos géneros de música electrónica. Es un colectivo compuesto por distintos músicos, y mi mano derecha en eso es [el uruguayo ex Peyote Asesino y reciente productor de Jorge Drexler) Juan Campodónico. La idea es experimentar sin prejuicios ni inhibicio- nes, proponer la búsqueda de un lenguaje electrónico más nuestro. Es, de alguna manera, una continuación de lo que siempre hice: tratar de buscar músicas que reflejen una identidad. Conozco sólo un proyecto de características parecidas, Gotán Proyect, pero el resultado musical no es el mismo. Y estoy haciendo algo similar con la música mexicana junto a Emanuel del Real, de Café Tacuba. Y terminé el premastering del disco del Kronos Quartet, en el que laburé durante dos años. Es un disco de música mexicana que abarca desde compositores clásicos como Silvestre Revueltas hasta nuevos como Café Tacuba, pasando por Esquivel y Agustín Lara. Ellos siempre fueron experimentales, pero esa experimentación siempre estuvo en la selección del material y no tanto en lo sónico. Este disco es un cambio total en relación con todo lo que había hecho el grupo hasta ahora.
¿Cómo es el trabajo con músicos académicos para alguien que proviene de la música popular?
Fue un gran desafío. Yo no sé leer ni escribir música, así que me hice mis propias anotaciones y nos entendimos muy bien. Ellos tienen un gran respeto por la música popular... Pero volviendo a en qué ando, estuve trabajando en el disco de Gaby Kerpel [Carnabalito], y ahora estamos con la preproducción del nuevo disco de Juanes y en el próximo disco de Molotov. Eso es todo.
¿Nada de música propia, por ahora?
No, pero en lo de Bajo Fondo hay música propia. Pienso empezar a darle forma a algo de eso durante la segunda mitad de 2002. Tengo cosas en mente.
Juanes acaba de ganar tres Grammy latinos. ¿Qué importancia tienen esos premios?
Hay que separar las cosas. El Grammy es un premio que otorga la industria.
¿Vos votás?
Sí, me mandan los cosos y tengo que votar... Pero por ejemplo, yo estaba nominado para productor del año, pero como no hago lobby, no llamé a nadie para que me vote y, por lo tanto, no gané (se ríe). Se manejan códigos que tienen que ver con la industria y los medios, y no necesariamente representan siempre lo mejor. Aunque a veces coinciden las dos cosas. Pero no hay que sobrevalorarlo ni subestimarlo. El premio más importante sigue siendo el reconocimiento del público y de tus colegas.