Kevin Johansen habla de cómo influyó la tecnología en su forma de hacer música y propone la creación de un instrumento llamado youtubófono.
1 minuto de lectura'
Hace veinte años, cuando llenabas estadios en Perú con Instrucción Cívica, ¿te imaginabas que te ibas a transformar en un cantautor desgenerado?
Creo que nací siendo un desgenerado. Pero cuando grabamos Obediencia debida en los míticos estudios Del Cielito, también había varios desgenerados súper talentosos que participaron en el disco: Terán, Krygier, Benjamín, Samalea y Schonn, entre otros. Es cierto que yo había llegado a la Argentina desde San Francisco, California, con casi 12 años y con otra data –ni mejor ni peor, otra– y eso contribuyó a semejantes deformidades musicales, muy originales por cierto. No copiábamos y no se parecía a nada.
¿Suponés que en el cruce de los géneros está el futuro de la música?
Está en el pasado también. Sucede que hoy todo pasa a mucha velocidad. Pero si hurgás en las raíces de la rumba flamenca, por ejemplo, vas a encontrar el Medio Oriente. La música nunca pidió permiso, ni visa ni pasaporte. Es promiscua y muy amorosa. Por eso, los puristas tienen esta pobre teoría de que las culturas y los géneros se lavan, cuando en realidad simplemente se cristalizan más pronto.
¿Es posible pensar en nuevos géneros? ¿Habrá una revolución a nivel musical en los próximos veinte o treinta años?
Bueno, para mí el futuro es esto. Tanto en la Argentina, como en Chile y en el Uruguay, existe una ebullición cultural impresionante, equiparable con el movimiento tropicalista de Brasil. Acá somos subtropicalistas y me parece un noble homenaje a la generación de nuestros padres musicales que se rebelaron contra lo establecido, aquí y en Brasil.
¿El formato canción resiste nuevas reinvenciones?
El género canción es indestructible, porque es el arte de conjugar sonoridad con sentido. Buscar y encontrar la palabra que "ruede por la lengua", que suene musical y a la vez lograr el significado perfecto, ha sido y es obsesión de muchos. Con mis amigos Drexler y Mosca lo hemos conversado mucho. Así como existían los "estribillistas" en el tango (grandes canciones instrumentales, solo con un estribillo), siempre será infinito el rompecabezas de la canción.
¿Cómo cambió la industria de la música en los últimos veinte años? ¿Cuál será la evolución en las próximas dos décadas?
Para mí, lo mejor es que volvió a tener importancia el show en vivo. En la cancha se ven los pingos y si no pelás, si desafinás, calás o tocás choto, la gente no vuelve a verte.
¿Cuál fue el mayor aporte de la tecnología en tu método de composición?
Desde The Nada, que fue grabado en el CBGB de Nueva York, empecé a cortar y pegar las estructuras de mis canciones, porque me gusta grabar lo que fluya con click, guitarra y voz. La banda graba arriba y recién después corto y pego, si hace falta. En los discos posteriores seguí utilizando el mismo método.
¿Qué nuevo instrumento te gustaría que inventaran?
El youtubófono, para grabar y filmar en vivo con otros músicos por el planeta.
El futuro de la música, opinan los artistas:
Andrés Calamaro: "Comprarse un disco… eso no es burguesía: ¡es dignidad!"
Lily Allen: "Las compañías te fuerzan a venderte"
Skay Beilinson: "La tecnología es bienvenida."
Julieta Venegas: "¡Soy re fan de Internet!"
Abril Sosa: "Vamos a seguir adorando a los Beatles"
Jack White: "Es un momento difícil para ser músico"
M.I.A.: "Quizá yo soy el futuro"
Notas relacionadas:
Sobre los juicios por download | Por Juan Ortelli, autor de la nota "Downloads y perjuicios"
1Conmoción por la muerte de una de las voces más queridas del espectáculo: a los 50 años, falleció Jeff García
2Minutos antes del primero de sus dos shows en River, María Becerra recibió un regalo soñado del club
- 3
Luis Brandoni no podrá hacer temporada en Mar del Plata por un tratamiento médico
- 4
Nelson Castro: su dura infancia, la frase de sus padres que lo marcó y cómo la música guió su vida





