La intimidad del cumpleaños de Pancho Dotto: guerra de espuma y el particular número de invitados

Pancho Dotto cumplió 66 años y festejó a lo grande en su espectacular chacra de Entre Ríos, donde está instalado definitivamente desde junio del año pasado. A la celebración asistieron varios de sus amigos más íntimos y hubo karaoke, una banda tributo, cumbia, asado, una payada y hasta un helicóptero involucrado.

“Hubo 66 invitados por mis 66 años”, detalla a LA NACION el representante de modelos, quien aclara que sumado a algunos niños presentes y al personal que organizó el festejo, el número de personas ascendió a casi 80.

Los festejos se extendieron durante tres días hasta la madrugada. Comenzaron el viernes y concluyeron a las cuatro de la mañana del lunes. “Terminé destrozado, porque venía durmiendo tres o cuatro horas. Así que después estuve un día y medio en cama. Hasta me tuvieron que dar una inyección, porque tengo temas en la columna”, confiesa Dotto.

Para realizar los preparativos de la organización, el empresario recibió la ayuda de una amiga. “Lorena Cabrera, amiga y psicóloga, que me ayudó a armar todo”, señala. Desde el servicio de comida hasta los detalles de las flores. Entre los invitados estuvieron el modelo Tommy Dunster, Andrea Garrone (cofundadora de la marca Melocotón), Carolina Balbiani (exdirectora de la revista Para Tí), Diego Mohadeb (presidente de Alpargatas) y Daniel Saramaga (dueño de Patagonia Flooring). También hubo amigos de infancia, amigos de hace muchos años y “mucha gente del lugar”.

“Fue un cumpleaños distinto, con muchos amigos de acá”, detalla el mánager y añade: “También estuvo Estanislao, que trabaja conmigo hace 20 años y ese día no quise que trabajara, sino que disfrutara sentado con nosotros”. Entre los amigos íntimos del empresario estuvieron Horacio Cabrera, un sostén fundamental para el empresario, y Carlos Kranevitter, con quien Dotto hará un vino para la próxima vendimia.

El viernes comenzaron a llegar los invitados del manager, y el sábado Dotto publicó en su Instagram un video de un helicóptero aterrizando en el campo. “Desde ayer están llegando mis grandes amigos y familia”, detalló en la publicación. Varios se quedaron como huéspedes en la chacra. Incluso, el cumpleañero debió instalarse en la casa de unos amigos íntimos que viven cerca, porque su hogar estaba totalmente ocupado.

Los invitados fueron recibidos por un mensaje escrito en una pizarra, que llevaba la firma “Pancho” junto a un corazón. En el cartel se leía: “¡Bienvenidos! ¡Disfrutemos de la vida haciéndonos mutua compañía! Los quiero mucho, estoy muy feliz por estar tan bien acompañado”.

Para celebrar a lo grande, Dotto contrató al folklorista Pancho Guevara y a una banda tributo a Soda Stereo. Al respecto, el representante se abre y aclara que se trató de un cumpleaños especial. Uno de los motivos fue la presencia de la banda tributo. “El jueves a la noche (antes de que llegaran los invitados), entre sueños me acordé de mi madre y de Gustavo Cerati. Fue muy loco. Mi madre era amiga de casi todos los músicos amigos míos, pero con el que más onda tuvo siempre fue con Gustavo, que venía a comer seguido a casa”, recuerda. Entonces, hizo una llamada para poder confirmar que la agrupación de música estuviera presente en los festejos.

En la previa al domingo, el día oficial de su cumpleaños, hubo payada entre amigos, asado y vino. A la noche, los comensales se divirtieron a la luz de un fogón. Allí se quedaron para la víspera del cumpleaños y hasta hubo torta con velitas: un lemon pie.

El domingo, la chacra de cuatro hectáreas se preparó para la ocasión. Se organizaron varias mesas largas para que los invitados pudieran disfrutar de la carne que fue preparada por asadores especializados.

En la tarde del domingo, Dotto brindó un emotivo discurso y abrió el micrófono para que los comensales también dijeran algunas palabras. “Cada uno habló de la historia que tenía conmigo, de cómo la habíamos transitado”, destaca y agrega que “hubo muchas lágrimas y llantos” durante ese momento.

Presente también estuvo su hermano mayor, a quien no veía desde marzo del año pasado por las restricciones de la pandemia. “A muchos de los que vinieron no los veía desde ese momento. Por eso fue un encuentro maravilloso y creo que el llanto tuvo que ver con la necesidad de abrazarse y juntarse que teníamos”, revela.

Además, los invitados se disfrazaron con guirnaldas para el carnaval carioca y hubo guerra de espuma. Para coronar la jornada, hubo un rogel con velitas. “Las tortas me las trajo de Rosario mi amiga Andre Garrone”, sostiene el mánager.

El broche de oro

“El domingo habíamos empezado temprano, y sobre el final vino una gran amiga mía, que la conozco desde que tiene 18 años: Oriana Montanelli”. La joven no había podido asistir antes, debido a que por su amistad con Carolina “Pampita” Ardohain (fue Oriana quien le presentó a Roberto García Moritán), había tenido el bautismo del hijo de la modelo, que fue este fin de semana.

“Me escribió y yo estaba enojado porque no había venido. Así que apareció cuando ya estaba terminando el día. La culpa la hizo llegar el domingo a las 10 de la noche. Yo estaba cansado, pero nos quedamos hasta la madrugada bailando. Fue el broche de oro”, continúa. En los videos publicado en las redes sociales se ve a los invitados bailando cumbia y cantando karaoke.

El empresario recibió tantos regalos que hasta dejó algunos sin abrir. Hubo libros, copas, cuchillos y vajillas. El que más le “llegó” fue un cuadro pintado de él con su auto Mercedes Benz Pagoda, que fue obsequiado por Cristian Yulín. “Me regalaron un montón de cositas lindas”, describe. “Fue todo una maravilla. Muy emotivo y muy de adentro”, sintetiza Dotto.

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