La actriz y su papel protagónico en Ciencias morales, la película de Diego Lerman.
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Julieta Zylberberg es una auténtica princesa judía. "Genéticamente, por donde me mires soy judía: mis abuelos Zylberberg vinieron de Polonia", dice la actriz, de 26 años. Egresada del Pellegrini, en su división cursaban los pibes de El Bordo. "Eramos un grupo como de diecisiete amigos, siempre estábamos en la plaza de enfrente del colegio. Juntos en todos los Pelle Rock, en los campamentos del Pelle… Yo era hippie, era rock nacional de lleno. Escuchaba Charly García, Pescado Rabioso. Y también íbamos siempre a ver a El Bordo. En esa época, yo ya era actriz pero hacía artesanías, aros y collarcitos con florcitas de alambre y piedras encastradas. No era muy buena, no llegué a hacer joyería. ¡Pero puedo decir que tiré el paño en Villa Gesell! Fue durante un verano, con una amiga, mientras seguíamos al grupo. Todas, todas hice." Para ser un colegio con orientación contable, gran camada.
Julieta pasó este último verano filmando en colegios arcaicos de Capital (el Nacional Buenos Aires) y del Conurbano (el Don Bosco, de Hurlingham), vestida de invierno la mayor parte del tiempo, "y sin aire acondicionado". Ciencias morales, su primer protagónico serio en cine (después de dos cameos humillantes en Cara de queso y Un novio para mi mujer) está basado en la novela homónima de Martín Kohan y ocurre entre marzo y junio de 1982: la Guerra de Malvinas y el fin de la dictadura es lo que hay de las puertas para afuera. Diego Lerman, el director, iba a titularla La preceptora del Nacional, y justamente es Zylberberg la empleada ortiva que se debate entre el deber y lo que su sensibilidad le dicta. "Un elemento que seguramente existió siempre en todas las estructuras dictatoriales", desliza ella. "El buche, el que por la obediencia debida, por ser funcional y querer hacer la tarea, no termina muy bien… como mi personaje."
En 2009 fue elegida por el jurado de los premios Clarín, en la misma gala, como Actriz Revelación en Teatro (por Agosto, donde actúa junto a Norma Aleandro y Mercedes Morán) y Televisión (es Clodine en Enséñame a vivir). Zylberberg dice: "El año pasado fue agitado. Grababa doce horas al día y después tenía función. Y cuando terminé, apareció esta película". El rodaje de Ciencias morales terminó hace apenas dos días y Zylberberg se siente "recién reincorporada a la vida", pero con una pequeña gripe ("qué cliché enfermarte cuando terminaste de trabajar, ¿no?") y la certeza de que este mes vuelve al teatro con Agosto. Sin embargo, unos días en "Uru" y muchos juegos de mesa, dice, son todo lo que necesita para estar como nueva. "Con mi novio [el actor Esteban Lamothe; Historias extraordinarias], que no es de la cole, podemos jugar durante horas al buraco y tenemos interminables torneos de generala." Toda una princesa de departamento.
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