
Mediodía distinto junto a los hermanos Korol
LA NACION LINE dialogó con Alejandro Korol, uno de los conductores del flamante programa "La siesta inolvidable", que debutó en canal 7
1 minuto de lectura'

Alejandro y Adrián Korol comenzaron esta semana un nuevo ciclo en canal 7, "La siesta inolvidable", donde mezclan las noticias con su particular humor, un poco de delirio y mucha espontaneidad.
LA NACION LINE dialogó con Alejandro Korol para conocer un poco la cocina del ciclo, la pelea por el rating y la posibilidad de hacer un ciclo diferente en un horario típico de noticiero, novela o programas de espectáculos.
¿Cómo se sintieron tras el primer programa?
Estamos muy contentos porque es volver a las fuentes. Lo que tiene que ver con nuestros inicios en la tele, con el humor de la época de los Vergara, de los 80, del café concert. Nosotros empezamos acá (en canal 7) haciendo los graffittis para la "Noticia rebelde" y aprendimos mucho de grandes como Adolfo Castello, Carlos Abrevaya, Jorge Guinzburg, y también de Raúl Becerra y Nicolás Repetto, que en ese momento hacía los móviles. Eso nos marcó un camino piola, respecto de las notas de humor, sobre todo de lo que es trabajar con la actualidad. Acá está todo el canal con muchas pilas, laburando para hacer un programa diario que no es fácil y menos de humor. Hay cosas, como siempre, que hay que ajustar. Ya hicimos nuestras autocríticas respectivas, pero estamos felices haciendo lo que más nos gusta.
¿Y las críticas a qué apuntan?
Autocríticas sobre todo, y apuntan a mejorar algunas cosas, algunas secciones que hay que buscarles la vuelta, otras que estamos contentos cómo van saliendo. Si uno se queda con el primer programa o con alguna crítica buena que salió en algún diario o algún comentario de la gente no sirve. Vos tenés que trabajar, esto es un día a día. Nosotros estamos metidos no sólo en la conducción, sino también en las ideas y en los contenidos, la verdad es que se está laburando mucho, se está editando mucho material y estamos aceitando algunos personajes. Un programa en vivo tiene cosas que son muy interesantes, a partir de la adrenalina y demás, pero también tiene eso de adaptarse a lo que suceda en el momento.
Al hacer el ciclo con alguien conocido, en este caso tu hermano, con el que se conocen los códigos, hay cierto peligro de que la gente se quede afuera de algunos chistes, ¿cómo manejan eso?
Con Adrián obviamente hay códigos de hermanos y tratamos dentro de lo posible de no recurrir al humor interno, a veces es inevitable, pero obviamente para que la gente no se quede afuera tratamos de evitarlo. Tal vez, con algunas miradas nos entendemos y seguimos de largo, pero tratamos de compartir el humor con la gente porque de eso se trata, sino haríamos algo para nosotros en el living de la casa de mis viejos.
Al estar en un canal, que si bien pelea por la preferencia del público, no se ubica entre los más competitivos, ¿hay menos presión a la hora de salir hacer el programa o más libertad?
Acá tenemos la libertad justamente por no tener la presión del número. Particularmente, yo laburé siete años de productor en Videomatch y sé lo que significan las presiones y sé lo que significa el número al otro día. Acá, por suerte, no estamos con esas presiones, no estamos viendo qué midió más y qué midió menos. Sabemos que es un horario donde no está acostumbrada la gente a tener proyectos de humor. Esta es una opción distinta dentro de lo que es un noticiero convencional, un horario de novelas o de programas de chismes. Y sobre todo, creo que es un horario dentro del cual se subestimó mucho a la mujer, con proyectos de magazine enseñándoles a hacer el bricolage, o punto crochet. Creo que en ese horario necesitan una opción para divertirse y pasarla bien y esta propuesta también apunta a eso.
¿Al estar en el canal oficial, hablan libremente o sienten alguna presión?
Uno sabe donde está en estos medios, donde poner la cabeza y donde no. Hay algunas cosas que decimos que, a veces, están en el límite, pero en el humor se permiten ciertas cosas, ciertos códigos. Si hay cosas que nos molestan del lado oficial, obviamente uno lo dice a partir del humor. Por ahora, no sonó ningún teléfono, ni nos vinieron a buscar... Creo que la libertad también tiene que ver con eso del humor, hay algunas noticias que dan para divertirse, pero que puede llegar a caer mal, ahora no pasó, en el momento se verá... Aunque hay presiones en todos lados, el humor más allá de que divierte sabemos que molesta.
Respecto a los segmentos en donde se recordaron a Tato Bores o a Adolfo Castello, ¿son en homenaje, como vos decías, a estos maestros?
Los tomamos como un homenaje, pero también tiene que ver con que hay temas de los que hablaba Tato, que han pasado 20 o 30 años, como las valijas, el narcogate. Y si lo vamos mezclando con imágenes de las tapas de los diarios de estos días, es interesante ver la vigencia de esos temas. O lo de Castello, que para nosotros fue un maestro. Es un ejemplo de laburante, que tiene que ver con el humor y la actualidad. Es devolver a nuestros maestros de la vida, del periodismo, del humor un poco de aire de pantalla. Y también para que los chicos que nos ven en ese momento puedan escuchar un poco de lo que decía Tato o Castello y eso está bueno, nos parece piola.
Los invitamos a escuchar la entrevista en audio, que acompaña esta nota.




