Adam Green: "Adoro a Leonard Cohen, expresa tu alma cuando lo escuchás"
Surgido de la usina del indie-rock de Nueva York, se hizo conocido por una canción incluida en la películaLa vida de Juno; mañana tocará en Niceto
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En 2007, muchísima gente se enteró de la existencia de Adam Green gracias a La vida de Juno, aquella película de look indie que Ivan Reitman filmó con 6 millones y medio de dólares, un presupuesto acotado para los cánones de una compañía como Fox, y terminó recaudando en todo el mundo más de 230 millones. El film, que obtuvo cuatro nominaciones a los Oscar y se quedó con un premio (para Diablo Cody, famosa bloguera y guionista), incluía una romántica escena en la que Michael Cera y Ellen Page interpretaban "Anyone Else But You", una sencilla y encantadora canción de los Moldy Peaches, el resultado de la sociedad entre Green y Kimya Dawson. Los Moldy Peaches grabaron un solo disco que la prensa más conservadora tachó del mal chiste y la más alternativa de avanzada del anti-folk, una leve perversión low-fi del folk tradicional condimentada con letras muchas veces surrealistas. Ese mismo año Green editó Sixes & Sevens, su quinto álbum y un buen muestrario de su gran versatilidad: allí hay homenajes al pop de los 50, blues, country, folk y hasta un toque de hip hop. Admirador confeso de Leonard Cohen, Green tiene una voz grave y profunda que le allana el terreno para jugar al crooner, un rol que cumplió muy bien en su último disco hasta la fecha, grabado con Binky Shapiro, con quien armó una pareja notoriamente inspirada en la que conformaron Lee Hazlewood y Nancy Sinatra a fines de los 60. Este miércoles Green se presentará por segunda vez en Buenos Aires (la primera fue en el Pepsi Music de 2008, se dice que por sugerencia de Babasónicos a los organizadores), como cierre del Yolanda Festival, que tendrá lugar en Niceto Club e incluirá también shows de Santiago Motorizado, Francisca y los Exploradores, Los Animales Superforros y Silvestre y La Naranja.
-¿Qué recordás de tu debut en Buenos Aires?
Me divertí mucho en aquel show en Buenos Aires. No esperaba que viniera tanta gente, ni siquiera tenía expectativas de que conocieran mi música. Éste va a ser un show especial porque hace bastante que no toco en vivo. Estuve ocupado trabajando en bandas sonoras de películas durante un tiempo. Así que practiqué algunos pasos de ballet para impresionar a la gente (risas). Voy a tocar canciones que están en mi película Aladdin (una lisérgica versión protagonizada por Macaulay Culkin del clásico relato de Las mil y una noches que Disney llevó al cine con gran éxito en el 92) y algunos temas viejos.
-¿Tenés pensado editar un disco este año?
A mediados de abril va a aparecer la banda sonora de la película, en la que grabaron el guitarrista brasileño Rodrigo Amarante (Little Joy y Los Hermanos), la baterista Stella Mozgawa (Warpaint) y el bajista Josiah Steinbrick, que también es un gran productor y trabajó con Danger Mouse, Devendra Banhart y Charlotte Gainsbourg. Con él conseguimos un sonido que definiría como "ganja funk".
-La vida de Juno fue importante para que mucha gente supiera de vos. ¿Qué influencia ha tenido el cine en tus canciones? ¿Te ayudó a construir un imaginario útil para componer?
Hay diferentes líneas en mis canciones. Algunas fueron inspiradas por películas, efectivamente. Suelo tener una película de fondo cuando escribo canciones. Pero otras veces prefiero mirar fotografías e inspirarme en esas imágenes. Para mi versión de Aladdin fueron importantes referencias como Las aventuras de Huckleberry Finn y La Bella y la Bestia. Me gusta lo que tiene algo de romántico en el sentido más clásico, pero al mismo tiempo tiene algún aspecto extraño. Para la canción "Don't Ask For More", por ejemplo, me inspiré totalmente en La Bella y la Bestia. Otra fuente de inspiración son las experiencias pasadas, esas que tenés en una relación amorosa, cuando decís cosas de las que después te vas a avergonzar.
-¿Cuál fue su primer contacto con la música?
Mi primera experiencia fue con una tuba. Después me pasé a la guitarra. Pero la primera vez que recuerdo haberme sentido inspirado por escuchar música fue con el tema "Lithium", de Nirvana. Tenía 12 años... Vi a un chico como yo, quizás no tan joven como yo, pero muy joven de todos modos, que hacía música. Eso me hizo sentir muy conectado con Kurt Cobain. Después conocí a Beck y sentí que él y Cobain estaban relacionados de alguna manera, a pesar de ser muy diferentes. Ambos son para mí cantantes folk. Y son subversivos, surrealistas y poéticos. Escucharlos a ellos me motivó para armar mi propio proyecto, The Moldy Peaches, cuyo disco es un compilado de lo mejor que grabamos en el subsuelo de la casa de mis padres con Kimya Dawson.
-¿Tenés algún héroe musical? La prensa especializada siempre habla de Leonard Cohen...
Adoro a Leonard Cohen. Es una gran inspiración, definitivamente. Creo que lo que más me hace sentir conectado a él es la manera en la que escribe. Me gusta mucho la forma en que se expresa a través de sus canciones. Se supone que la poesía tiene la propiedad de transportarte mágicamente a otro mundo. Leonard es un guardián de esa magia. Expresa tu alma cuando lo escuchás, por eso trato de emularlo. Hay muchos artistas que logran eso: David Bowie lo logra, Lou Reed lo logra, Joni Mitchell lo logra y Kimya lo logra.
-Si tuvieras que definir tu estilo como artista, ¿qué dirías?
Creo que soy muy expresivo. Mucha gente me conoce por ser parte de la comunidad anti-folk, con artistas que quiero mucho, como Turner Cody, Ish Márquez y Jeffrey Lewis. Me mantengo en contacto con ellos, me gusta ese movimiento. Y supongo que hay una parte de mí que se relaciona con lo romántico, que saca lo profundo que hay en mi cerebro y en mis sentimientos y lo conecta con el mundo real. Estoy conectado con la vida cotidiana y con el arte, son dos facetas de una misma persona que pueden convivir. Creo que hoy me concentro más en el trabajo que cuando era más joven. A los veintipico era más emocional.
-En su autobiografía, La chica del grupo, Kim Gordon, la bajista de Sonic Youth, dice que Nueva York estaba mucho más viva, culturalmente hablando, en los 80 y los 90 que ahora, que es una ciudad que funciona al ritmo del consumismo. ¿Compartís la idea?
Conozco bien la ciudad. Viví en el East Village y en Brooklyn, y ahora estoy en New Hampton. Entiendo a las personas que la ven así, pero personalmente pienso que no es todo consumismo. Yo vivo en un lugar donde se desarrolla una comunidad cultural muy interesante. Creo que intento crear la versión de Nueva York que a mí me gusta. Todos queremos amar el lugar donde vivimos. Claro que no existen los lugares delirantes que había en los años de Andy Warhol, pero se respira mucha cultura en Nueva York. Es fácil caer en esa mentalidad nostálgica, pero si buscás, podés encontrar cosas todo el tiempo, como en cualquier gran ciudad del mundo.
Adam Green
Yolanda Festival
Niceto Club, N. Vega 5510
Mañana, a las 20
Entrada, desde 250 pesos. www.ticketek.com.ar
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