
Brillante versión de Kátia Kabanová
En su rol de régisseur, Pedro Pablo García Caffi logró impacto estético con pocos elementos
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Opera Kátia Kabanová . De Leos Janácek. Elenco: Andrea Dankova (Katerina), Elena Zhidkova (Varvara), Agnes Zwierko (Kabanicha), Philip Sheffield (Tichon) Reinhard Dorn (Dikoj), David Curry (Vanja), Mark Duffin (Boris) y elenco. Puesta escénica, diseño, multimedia e iluminación: Pedro Pablo García Caffi. Vestuarios: Mini Zuccheri. Director musical: György G. Rath. Teatro Colón.
Nuestra opinión: excelente
Ya de por sí se constituyó en un hecho artístico trascendente un reencuentro con el talento de uno de los más notables creadores del siglo pasado, como fue Leos Janácek (1854-1928), con casi todos sus títulos líricos, incluyendo naturalmente su valiosa Kátia Kabanová , no sólo por la originalidad de su lenguaje, sino también porque después de unos cuantos años volvió a figurar en la temporada lírica de Buenos Aires.
La obertura, ejemplo indudable del sinfonismo distintivo y avanzado del autor, provocó de inmediato alto interés auditivo y la sensación de una versión musical en perfecto estilo. Es que el director musical György G. Rath, bien conocido por anteriores visitas, con naturalidad, sencillez, sabiduría y autoridad, logró de la orquesta que se escucharan todas las variables expresivas de los climas que el compositor incluyó con los sonidos, que podrían describirse, acaso caprichosamente, utilizando diferentes conceptos del lenguaje como ternura, hondura, crispación, rudeza, poesía y otras impresiones. Pero además la Orquesta Estable del Teatro Colón dejó escuchar nuevamente las características que la distinguen; exuberancia y calidad en los graves, virtuosismo en las maderas, flautas y bronces cautivantes, afinación justa.
El elenco fue notable por el equilibrio de méritos y aptitudes, comenzando por la protagonista, sencillamente impecable y de bello timbre, como fue la eslovaca Andrea Dankova; brillante para dar con las expresiones de un canto rico en inflexiones y matices, además de actriz de primer orden. Asimismo, la mezzo rusa Elena Zhidkova por su canto, desenvoltura y calidad de voz, fue igualmente excepcional. Majestuosa Agnes Zwierko en el rol de la suegra.
Por el lado del cuadro masculino, la valoración es igualmente de alto rango. Creemos que pocas veces se ha reunido en un elenco a cuatro cantantes -tres tenores y un bajo- con tal calidad vocal y condiciones actorales como en esta ocasión. Impecable Philip Sheffield para dar con el sojuzgado y carente de carácter esposo de Kátia, y bien logrado el gran desplante y la naturalidad de los cantantes Reinhard Dorn (bajo) y Mark Duffin y David Curry (tenores), en sus respectivos personajes.
Por último, la representación teatral provocó un impacto estético por el marco escénico logrado por Pedro Pablo García Caffi, quien, con una fenomenal economía de elementos, utilizó todo el espacio para crear, sólo a través de la iluminación, recursos tecnológicos de proyecciones en varias formas y lograr la ilusión de una tarde a orillas del Volga, la casa de los protagonistas, las ruinas de un edificio, la noche en un jardín y otras atmósferas. Pero además, y con un puntillismo que hace pensar en una preparación meticulosa, el régisseur y asimismo director del Colón logró naturalidad en el comportamiento, actitudes y gestos de los personajes, incluyendo a los de flanco, recreados por muy buenos artistas nacionales. En definitiva, una versión a la altura y jerarquía del historial y prestigio del Teatro Colón.

