La emoción de Nicki Nicole en el gran show por los 300 años de Rosario, el saludo de Messi y los clásicos de Baglietto
Más de 200.000 personas se congregaron frente al Monumento a la Bandera para vivir no sólo el show de la cantante urbana sino cada uno de los pasajes de la fiesta
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PARA LA NACIONGabriel Hernando
ROSARIO.-En la tarde de ayer, Rosario vivió una jornada soñada y que, sin dudas, quedará grabada en su memoria. Y no era para menos si se tiene en cuenta el más que especial motivo: celebrar a lo grande y a través de un multitudinario concierto gratuito 300 años de historia.
En un amplio escenario montado sobre las escalinatas del siempre imponente Monumento Nacional a la Bandera y con el río Paraná como testigo, dos auténticos referentes artísticos de dicha ciudad santafesina como Nicki Nicole y Juan Carlos Baglietto aunaron diferentes generaciones y encabezaron los festejos en compañía de la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario dirigida por Nicolás Sorín.
Visiblemente emocionada y de un blanco inmaculado, Nicki Nicole irrumpió en el escenario frente a una audiencia estimada en más de 200.000 espectadores para cumplir un sueño por partida doble: cantar en su ciudad natal y ante su gente en el Monumento a la Bandera y además hacerlo junto a una orquesta sinfónica compuesta por 70 músicos.
Iniciando su set bien arriba con “Wapo traketero”, “Colocao” y “Perdido”, la joven cantante de 25 años se mostró cómoda en esta experiencia artística inédita en su carrera y que la alejó de su zona de confort, acoplándose al ensamble sinfónico con naturalidad y seduciendo desde el primer minuto con su candidez y autenticidad a una enfervorizada multitud mayormente adolescente que cantó todos y cada uno de los temas luciendo vinchas, remeras, banderas y cartulinas alusivas a la artista.
“Qué alegría poder decir esto: ¡¡¡Buenas noches Rosario!!! Estoy orgullosa de haber nacido aquí”, exclamó para luego, y ya enfundada en un sensual y elegante atuendo de riguroso negro, arremeter con logradas (y para nada forzadas) versiones orquestales de “Sale 1, llegan 2”, “Tiene mi alma”, “Sheite”, “Dispara”, “Alumbre”, “Plegarias” y “Otra noche más”, seguidas de un guiño cómplice a la cumbia santafesina y a Los Palmeras de la mano del hit “Olvídala”.
Después de agradecer en reiteradas ocasiones la presencia y las constantes muestras de cariño y devoción hacia su persona y de leer en voz alta algunos carteles de los afortunados fans más cercanos al escenario, Nicki cerró una noche única y muy emotiva mediante “Ojos verdes”, la muy pedida “Mamichula” y la sentida “Parte de mí”. “Me hicieron vivir la mejor noche de mi vida”, confesó entre lágrimas y a modo de despedida antes de desaparecer de la vista de todos.
La fiesta de la ciudad
El encuentro había comenzado algunas horas antes con las muy aplaudidas presentaciones de artistas emergentes locales como Delfina, Sofi Gazzaniga, Mica Racciatti y Mery San Dámaso, cada una de ellas con propuestas musicales y señas particulares bien diferenciadas pero evidenciando todas la vibrante, pujante y constantemente inquieta escena musical que convierte desde hace décadas a Rosario en una fuente inagotable de talentos con trascendencia nacional e incluso internacional.
Las cuatro intérpretes brindaron un recorrido por canciones muy populares como “Alfonsina y el mar” y varias de Fito Páez, entre ellas “11 y 6”, “Mariposa technicolor”, “Tumbas de la gloria”, “Ciudad de pobres corazones” y “Un vestido y un amor”.
La aparición de Lionel Messi, Ángel Di María y de otros futbolistas locales, como Maxi Rodríguez y Jorge “Fatura” Broun, sumándose a los festejos y enviando sus saludos para felicitar a Rosario desde las pantallas de video ubicadas a ambos lados del escenario provocaron un estallido general que dio paso a la presentación de Juan Carlos Baglietto.
Con las primeras sombras del atardecer, esta icónica figura no sólo de la vida artística de la ciudad sino del rock y de la música popular argentina en general se adueñó de la atención del público confirmando su vigencia y el estado intacto de su reconocido, característico y potente caudal vocal.
Secundado por un octeto que incluyó bajo, guitarra, batería, una sección de cuatro vientos y la presencia invitada de Lito Vitale en piano, el experimentado cantautor desgranó un atractivo repertorio con clásicas piezas como “Dormite patria”, “Mirta de regreso”, “Dios y el Diablo en el taller”, “La vida es una moneda” y “El loco de la calesita”. En tanto, el demoledor cierre con “El témpano” dejó el clima ideal para recibir algunos minutos después a Nicki Nicole, la indiscutida protagonista de la celebración que salió más que airosa del enorme desafío que, a priori, significaba trasladar su habitual universo de trap, r&b y pop urbano al terreno de la música sinfónica.
Cabe señalar también que el espectáculo tuvo un fin solidario, traducido en donaciones voluntarias realizadas por el público asistente y cuyo destino final será la Fundación del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, una emblemática institución que vela por la salud de las infancias rosarinas.
De este modo, aprovechando el feriado local y con la presencia de reconocidos y representativos artistas, Rosario festejó su tricentenario como se merecía, combinando música, comunidad y solidaridad a lo largo de una velada a pleno sol y que desde luego ya forma parte de su rica, frondosa y prolongada historia.
Las cuatro intérpretes brindaron un recorrido por canciones muy populares como “Alfonsina y el mar” y varias de Fito Páez, entre ellas “11 y 6″, “Mariposa technicolor”, “Tumbas de la gloria” y “Ciudad de pobres corazones”.
Cabe señalar también el costado solidario del espectáculo, traducido en donaciones voluntarias aportadas por el público asistente y cuyo destino será la Fundación del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, una emblemática institución que vela por la salud de la infancia en Rosario.
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