
Hacia la creación de Bamúsica
Fer Isella Para LA NACION
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La lucha por la reglamentación del Régimen de Concertación para la Actividad Musical fue llevada adelante durante mucho tiempo por los dueños de algunas salas de música, pero esto no se concretó hasta que un grupo de músicos y trabajadores de la actividad musical nos movilizamos de manera espontánea, y salimos a cantar a las calles.
Es el compromiso de todas las partes interesadas -del sector de los músicos y salas, y del Ministerio de Cultura de la Ciudad- que durante 2011 se trabaje intensamente en la creación del estatuto que rija al instituto Bamúsica. Dicho instituto será el responsable de administrar subsidios (70 por ciento para mejorar las condiciones de las salas de concierto; y 30 para apoyar a los músicos independientes). Pese a que los autoconvocados peleamos por un mejor porcentaje para músicos de lo que ya estaba preestipulado, es sano pensar que toda aquella sala de conciertos que quiera presentar una propuesta de subsidio para mejorar sus condiciones edilicias y técnicas, deberá también estar en convenio con los intereses propios de los músicos que allí trabajamos. Es decir, con la reglamentación de esta ley combatimos arduamente el nefasto "pagar para tocar". Pero también creo que necesitábamos este tipo de leyes que amparen mejores condiciones para todo lugar que quiera hacer las cosas "bien". Además, creo que resalta algo fundamental y no tan obvio para la sociedad entera: la tarea y profesión que llevamos adelante los músicos.
Cantamos y expresamos en la Jefatura de Gobierno porteña que hacer música no es peligroso ni inseguro. Relevantemente riesgoso es no tener cultura que cantar, ni donde expresarla ni desarrollarla. Este año vamos por los espacios públicos.





