Disco-punk para la era Trump: cómo suena ‘American Dream’, el primer álbum de la banda en siete años
LCD Soundsystem - ‘American Dream’
DFA/Columbia - Cuatro estrellas
Llegó la hora, llegó la hora, hoy llegó la hora. Los LCD Soundsystem finalmente regresaron después de un parate misterioso de cinco años que jamás explicaron, más allá de haber hecho un documental de perfil alto ostensiblemente diseñado para ese propósito. En cuanto a retiros del rock & roll, este era tan creíble como la sexta gira de despedida de Cher. Pero no importa dónde hayan estado estos tipos, lo que importa es que volvieron en todo su esplendor. James Murphy y su banda de malandras de disco-punk neoyorquino no pierden un segundo en el excelente American Dream. Se trata de un conjunto de canciones incesante, expansivo y salvajemente divertido, que se pregunta cómo puede pasar que una vida de buenas intenciones y trabajo duro termine en tanto caos. En los Estados Unidos de 2017, esta no es una pregunta exclusiva para estrellas de rock de mediana edad.
Los LCD Soundsystem arriesgan su historia al editar música nueva, puesto que fueron responsables de tres de los mejores discos de este siglo: su debut, plagado de hits, de 2005; su grandioso pico de 2007, Sound of Silver; y la magistral despedida de 2010, This Is Happening. Pero American Dream está al mismo nivel. Murphy se mete de lleno en el caos que ve a su alrededor, tanto emocional como político, aun si su mensaje para el país es el mismo que para el espejo: “Sos malísimo para autopreservarte”.
Acá Murphy no apunta a las “Drunk Girls” o “North American Scum”: no hay hits livianos y estrafalarios para que el público muerda el anzuelo. En su lugar, American Dream ofrece 10 temas complejos en 70 minutos de electro-funk, insistiendo con tenacidad en que dediques tu tiempo en absorber los giros inesperados de la vida. Murphy pasa del canturreo susurrante de “Oh Baby” a los golpes de batería extremadamente 1985 de “I Used To”.
El carozo de American Dream está en el groove de cuatro canciones que empieza con “How Do You Sleep?”, pasa por “Tonite” y luego a las dos canciones que ya salieron como singles, “Call the Police” y “American Dream”. Estas canciones fluyen juntas como una suite de 28 minutos sobre los terrores de la adultez en tiempos peligrosos. “Tonite” es una sátira engañosamente alegre, que se mofa de “estos hijos fabulosos que hacen bullying/rifando zapatos de edición limitada”. “American Dream” lo resume con una balada de doo-wop cómica pero bizarramente conmovedora estilo Kraftwerk, en la que Murphy cuenta cómo volverse viejo puede sentirse como un mareo narcótico constante, escapándose de relaciones, pero siempre vacío.
A diferencia de otros rockeros de cierta edad que podríamos mencionar, Murphy jamás suena como un malhumorado obsesionado con su juventud perdida, quizás porque ya tenía más de treinta cuando LCD Soundsystem despegó. En toda esta agitación hay una compasión honesta. En American Dream, incluso los grooves más exuberantemente alegres están plagados de asco y confusión. Pero esa es la razón exacta por la que en este momento dan en el clavo.
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